La principal característica que tiene nuestro Centro Histórico, y de la cual nos sentimos muy orgullosos los manizaleños, es su arquitectura republicana que  constituye el conjunto de edificios más grande del país. Lamentablemente también esta zona ha sido motivo de gran preocupación en los últimos años por parte de la comunidad  dado su deterioro que entre muchas otras cosas, se hace evidente en la proliferación a lo largo de la carrera 23 de vendedores ambulantes de todo tipo de productos y especialmente  de comestibles que generan muchas dificultades desde el punto de vista de salubridad y porque entorpecen la movilidad. Sobre el control al mal uso de la carrera es mucho lo que han tratado de hacer las administraciones municipales y muy poco lo que se ha logrado. 
Afortunadamente en los últimos años, para su rescate se ha presentado un movimiento muy fuerte liderado por el sector social y privado con el apoyo del sector público, con el fin de que las personas que por diferentes actividades tienen que ir a este lugar de la ciudad lo disfruten y  no se regresen a sus casas inmediatamente. Recientemente han abierto en el centro restaurantes y cafeterías muy agradables entre las que merecen destacarse Café Tazzioli localizado en la Catedral, Café La Terraza localizado en el piso 22 del Edificio Seguros Atlas, El Dauntaun localizado en el segundo piso del Edificio del Comercio, La Azotea-Rooftop localizada en el piso 14 del edificio BCH. Estos sitios gozan de una excelente vista de la ciudad y tienen un magnifico ambiente. Este hecho ha propiciado que el centro se pueda ver como un lugar especial en la ciudad, donde se pueda ir a  conversar y disfrutar con la familia y con los amigos.  
Para contribuir en la recuperación del centro, se conformó la Asociación Cívica Centro Histórico, de la que hacen parte unos verdaderos “quijotes” que están luchando para evitar que  continúe  su deterioro y a fé que lo están logrando. Para este año se espera tener listo por parte de la alcaldía el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de la ciudad, lo que sin lugar a dudas será una herramienta fundamental para la conservación del patrimonio material más importante de Manizales. 
Son muchos los problemas que presenta el centro y una cosa es transitarlo  de día y otra muy distinta de noche. Sin embargo, principio tienen las cosas y los nuevos locales comerciales son una muestra que las cosas están cambiando. Afortunadamente y como complemento a estas iniciativas particulares, recientemente se inauguró la nueva  sede del Banco de la República, constituyéndose en un verdadero hito para el centro. Esta sede –que quedó espectacular- con su museo, su biblioteca,  sus salones y auditorios, está atrayendo nuevamente a muchos estudiantes y ciudadanos, quienes lo están aprovechando ampliamente. 
El centro es diverso y se puede sectorizar en diferentes áreas. Entre otras vale la pena destacar la Calle del Tango, donde sus establecimientos musicales son ampliamente disfrutados tanto por manizaleños como por nuestros visitantes. Y sin lugar a dudas la más importante es la Plaza de Bolívar, que está rodeada por dos edificios totalmente emblemáticos: la Catedral y el edificio de la Gobernación. 
La Catedral con los recientes trabajos que  le hicieron de limpieza de su cubierta y fachadas y el cristo resucitado que instalaron en su torre central, quedó muy bonita. Estos trabajos  han resaltado muy bien esta construcción. Solo le está faltando la reparación y mantenimiento  de los vitrales. El edificio de la Gobernación, otra edificación muy bonita, hace un excelente complemento  del paisaje. 
Dentro de estas iniciativas para rescatar el centro, valdría la pena que se estudiara la posibilidad de darle más vida a la Plaza de Bolívar, lo que se podría lograr si se lleva a cabo la idea de su diseñador, el arquitecto Héctor Jaramillo, de instalar en las partes laterales unos cafés al aire libre donde los visitantes puedan sentarse y disfrutar del ambiente y del entorno. Todas estas  propuestas por rescatar el centro, deben procurar que las personas que han dejado de vivir o de visitar este sector de la ciudad vuelvan a él y disfruten sus atractivos tanto de día como de noche.