El siglo pasado, en la década de los años veinte, Manizales fue una ciudad pionera en la construcción de cables aéreos tanto para el transporte de pasajeros como de carga. Construyó un cable que iba hasta Mariquita y que operó hasta la década de los años sesenta. También tuvo otro que iba hasta Aranzazu, pero su operación fue más corta. Posteriormente en el año 2009 volvió a dar ejemplo a nivel nacional y puso en operación un cable aéreo para el transporte de pasajeros. 
Ante la escasez de parques y zonas verdes de la ciudad a principios de este siglo, la administración municipal y la Fundación Lúker se unieron para construir el Ecoparque Los Yarumos. Parque que tiene unas excelentes instalaciones, que goza de unos magníficos recorridos ecológicos y con buenas atracciones para la práctica de deportes extremos; adicionalmente, cuenta con dos centros interactivos como el Bioma que tiene entre otras cosas una esfera planetaria y el Bios que es el centro de bioinformática y biología computacional. Todos estos atractivos son motivadores para que vayan al Ecoparque aproximadamente 20 mil visitantes al mes.
En la administración del alcalde Juan Manuel Llano, con el fin de mejorar el acceso al ecoparque, se decidió hacer un convenio con Fontur -Fondo Nacional de Turismo-, para que en asocio con Infimanizales se construyera un cable aéreo que uniera el Ecoparque con la zona del Cable. Se decía en su momento que el acceso al parque tanto peatonal como vehicular no era el mejor y que con el cable se lograría mejorar la afluencia de visitantes. 
El convenio consistió en que Infimanizales se encargaba de la construcción de las estaciones y Fontur del cable, de las góndolas y de su operación. Finalmente Fontur no cumplió a cabalidad con su compromiso. Contrató un cable que no era el mejor. Desde sus inicios mostró graves problemas que generaron temores para la administración municipal y para los potenciales visitantes.
A precios del 2011 el cable tuvo un costo de $6.250 millones, en los que Fontur invirtió $2.750 millones e Infimanizales $3.500 millones y lamentablemente, como se dice, esa platica se perdió. Después de varios años en que estuvo sin funcionamiento, un fallo judicial ordenó que se desmotara el cable y las góndolas porque estaban presentando un gran riesgo para la ciudadanía. Para el desmonte Infimanizales tuvo que destinar aproximadamente $600 millones, lo que es un absurdo porque esta entidad no tuvo nada que ver con la contratación del cable. Además, muy seguramente en el futuro tendrá que demoler las estaciones, porque al menos la del ecoparque está tapando parcialmente la vista, uno de los atractivos de éste.
Malas experiencias se han tendido con los contratos de Fontur. En Manizales además del Cable a Los Yarumos, la remodelación de Expoferias no fue la mejor y en municipios como Jardín, en Antioquia, el cable que se instaló también está fuera de servicio desde hace bastante tiempo.
Afortunadamente el cable aéreo que se tiene instalado en Manizales para el transporte de pasajeros está prestando un buen servicio y con la construcción de la línea a Villamaría su operación está en punto de equilibrio. La administración municipal tiene muy adelantados los estudios técnicos para la construcción de un tercer ramal que iría desde el Terminal de transporte hasta el sector del Cable, con estaciones intermedias en Fátima y en la Universidad de Caldas. Cable que tendría un costo aproximado a los 130 mil millones de pesos. Para la construcción de este tramo se están tramitando recursos ante el Gobierno nacional. Sería muy importante que se lograra concretar su construcción porque este ramal generaría un gran flujo de pasajeros y serviría muchísimo para proyectar el uso del cable como un medio de transporte rápido y contribuiría a descongestionar la ciudad y también a descontaminarla.