Confieso que apenas hace poco conocí este término, lo leí en un artículo que me pareció estupendo, escrito por un columnista llamado Boris Spiwak, en el que cuenta la historia de sus bisabuelos, quienes murieron en Ucrania, entre 1932 y 1933, a causa de una hambruna promovida por el propio Estado, que en últimas es lo que significa Holomodor: “hambruna artificial, organizada en gran escala por un régimen criminal en contra de la población de un país”. ¿A qué les suena?
También debo confesar que llevo un buen tiempo evadiendo el tema de Venezuela en esta columna, no porque no me interese o no me desvele pensando en esto, sino por darle tiempo al tiempo para ver cómo se resuelven las cosas, pero las cosas allí no se resuelven, solo empeoran. Lo que sucedió el fin de semana pasado en las fronteras de ese país con Colombia y Brasil es muy grave, muertos y heridos por no permitir el ingreso de la ayuda humanitaria a un territorio en el que la gente está padeciendo hambre o se está muriendo por falta de medicamentos es un acto criminal. Se sabe por estudios científicos que cada venezolano ha perdido en promedio 11 kilos de peso en el último año, esto para un niño de 30 kilos es más del 30 por ciento de su peso corporal, lo cual lo pone en riesgo de graves enfermedades o empeora las que padece, para un anciano también puede ser fatal.
¿Qué pasa con la comida en Venezuela? Lo cierto es que los supermercados están desabastecidos, la gente ha llegado al límite de la desesperación saqueando tiendas y matando reses o animales salvajes, y el gobierno del dictador ignorante cada vez adquiere mayor control sobre la poca comida que hay. El error de un país que depende de las importaciones para abastecerse se ve evidenciado en la hambruna que padece hoy Venezuela, es un error que los colombianos no podemos cometer, por eso es tan importante darle apoyo al sector agrícola y a todo aquél que produce alimentos; aves, huevos, leche, frutas, etc. La comida es la verdadera riqueza de un país, el petróleo no se come y el café, aunque sea muy rico, tampoco alimenta.
En la medida en que empeore la situación de nuestro vecino, la de Colombia también se va a complicar, no solo por el peligro de una guerra civil, que veo cada vez más cerca, sino por la intervención extranjera que, si sucede, es seguro que nuestros gobernantes nos arrastrarán a ser parte de ese conflicto. El problema de Venezuela ya es propio; no es sino ver la cantidad de venezolanos instalados en nuestras calles, tratando de subsistir de la venta de algún producto o simplemente mendigando para sobrevivir, sobrecargando nuestros servicios de salud y drenando los recursos que deberían llegar a las clases menos favorecidas de colombianos; pero es una realidad que tenemos que afrontar con humanidad, pues ahora ellos requieren ese apoyo de nuestra parte.
La ignorancia de Maduro no le permite ver sus propios errores ni la miseria que está padeciendo su gente, así que en el futuro próximo solo podemos esperar que la situación empeore para ellos y para nosotros. El sueño bolivariano es más bien una pesadilla, pues, por cuenta de este régimen, cada vez será mayor el número de venezolanos que lleguen a nuestro país y a otros muchos países de América. En un futuro los historiadores nombrarán esta oscura época como “La Diáspora Venezolana”. Pero lo importante es que nosotros aprendamos de la amarga experiencia de nuestros vecinos a fortalecer y diversificar nuestra economía; a apoyar a nuestros campesinos para que no emigren a las ciudades para aumentar los cordones de pobreza y no dejen los campos abandonados, a ser autosuficientes y a no depender de la comida que se trae de afuera y a desconfiar de líderes populistas que conquistan al pueblo con promesas de progreso para luego someterlo con una realidad de hambre: Holomodor.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015