Sonaron las 3 de la tarde y comenzó el desfile de los apóstoles. Se abrieron unas ventanillas y fueron pasando y asomándose una tras otras las figuras de Jesucristo y sus doce apóstoles. Cada hora exacta se repite la escena y siempre hay centenares de turistas apostados en la calle con la mirada puesta en el asombroso reloj, que marca además varios aspectos relacionados con las estaciones, los signos del zodiaco y el sol y la luna.
De camino para la plaza antigua he pasado por el palacio Clam-Gallas que tiene en la puerta de entrada dos estatuas monumentales de Hércules y en el interior una sala en la que se presentó Beethoven. Además del reloj que se encuentra en el muro exterior del Ayuntamiento, sobresalen en la plaza la Catedral de Tyn, el monumento a Juan Hus y la iglesia de San Nicolás. Me cuenta el guía que el monumento, ubicado en el centro de la plaza, todo en piedra negra, fue inaugurado en 1915 para celebrar el quinto centenario de la muerte del reformador. En 1414 Juan fue citado al Concilio de Constanza a defender sus tesis anti-papistas y fue condenado a ser quemado en la hoguera. Sus seguidores se dividieron en los moderados llamados utraquistas, de los que ya hemos hablado y los fundamentalistas llamados taboristas. El monumento es de grandes proporciones y muy hermoso como se lo merece este hombre que prefirió la hoguera a negar sus convicciones. En el grupo escultórico de Hus se lee: “La verdad prevalecerá”.
Dominando la plaza vieja y se puede decir que toda la ciudad se elevan las dos torres de la iglesia de Nuestra Señora de Tyn. Las torres representan a Adán y Eva y tienen una altura de 80 metros. La iglesia fue construida en 1365 y se convirtió en baluarte de los husitas utraquistas. En ella recibió la comunión bajo las dos especies de pan y vino el rey utraquista Jorge Podebrady quien mandó poner un cáliz dorado en la parte alta de la fachada de la iglesia, cáliz que era el símbolo de los utraquistas. Cuando los católicos vencieron a los protestantes en la batalla de la Montaña Blanca en 1620, los jesuitas fundieron el cáliz y con el metal hicieron la imagen de la Virgen que se ve hoy en la fachada de la iglesia de Tyn. Hoy, los católicos comulgamos tranquilamente bajo las dos especies. ¿Qué diría Juan de Hus? Dentro de la iglesia se encuentra la tumba del astrónomo Tycho Brahe que murió en Praga en 1601.
Dos iglesias, ambas barrocas, hay en Praga dedicadas a San Nicolás, una se encuentra en esta plaza vieja y la otra a la salida del Puente de Carlos IV en Mala Strana, el Barrio Pequeño. La iglesia de San Nicolás de la plaza vieja ha pasado por varios usos y desde 1920 pertenece a la corriente husita y se utiliza también para conciertos. Saliendo de la iglesia se entra al Josefov, el barrio judío; recorro la calle Maiselova; allí se encuentra la casa donde nació Franz Kafka. (1883-1924). El monumento a él dedicado es curioso. Se dice que “Kafka es Praga y Praga es Kafka”. El autor de El Proceso, El Castillo, La Metamorfosis y Carta al Padre se confunde con su ciudad. Kafka, que era judío, nació en Praga, escribió en alemán no en checo y murió en Austria.
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