Estábamos en los Pirineos, cordillera que se extiende de este a oeste y separa a Francia de España y cuya longitud es de 450 kilómetros y la máxima anchura de 150.

Cuenta la mitología que Hércules amaba a una joven llamada Pirene y que al morir esta el héroe le preparó el más grande de los sepulcros: amontonó piedras sobre piedras que son todas las montañas de los Pirineos. El pico más alto de los Pirineos es el Aneto que mide 3.400 metros y es montaña emblemática de los catalanes. Se cuentan más de 100 picos en los Pirineos que sobrepasan los 3.000 metros de altura. Por el lado francés los Pirineos pertenecen a la Nueva Aquitania y a la Occitania y por el lado español a Cataluña, Aragón, Navarra y el País Vasco. Decenas, por no decir centenares de pueblos, monasterios, iglesias, fiestas, accidentes geográficos hacen interesantes los Pirineos. Solo voy a detenerme brevemente en algunos de ellos: los ibones, la Brecha de Rolando, las clavijas de Cotatuero, Roncesvalles, el tributo de las Tres Vacas, el bosque de Irati.

En el Pirineo aragonés llaman ibones a los lagos de montaña de origen glaciar. Son muchos y de belleza “acojonante”, como dirían los españoles utilizando una palabra de lenguaje popular. Recuerdo en especial el ibon del Respomuso al que entré por el bello pueblo pirenaico de Sallent de Gállego (así, con tilde en la a). Las aguas son de color azul turquesa. También recuerdo el ibon de Estanés y el de Anayet, ubicado este último en las laderas del pico Midi d´Osseau, gigante rocoso de bellísima estampa.

Escalar o peregrinar por los Pirineos sin subir hasta la Brecha de Rolando es un pecado imperdonable. Se trata de un enorme tajo ubicado en la montaña y que es un paso natural entre Francia y España. Es visible desde muy lejos. Mide 40 metros de anchura y 100 de altura y recuerda la mítica hazaña de Rolando o Roldán, el fiel súbdito y sobrino de Carlomagno que rompió su espada Durandal contra la montaña para que no cayera en poder de sus enemigos, los sarracenos. Y así el golpe de la poderosa espada rompió la montaña. La Brecha se encuentra en el macizo del Monte Perdido.

Las Clavijas de Cotatuero, las más famosas en su género en toda España, son unas barras metálicas clavadas en la roca y que dan acceso a valles de altura en los que abundan los rebecos. Unos herreros las clavaron allí hacia 1880 a petición de un noble inglés que quería subir a cazar. Hoy las utilizan los escaladores y aventureros. Las barras están empotradas en rocas totalmente verticales; cadenas unidas a las barras facilitan la progresión. No son difíciles de escalar pero exigen habilidad, seguridad de movimientos y capacidad de mirar hacia abajo y hacia arriba sin posibilidad de vértigo.

Roncesvalles es un paso entre Francia y España, situado a 1.060 metros sobre el nivel del mar. Allí fue derrotado Carlomagno y “El Cantar de Roldán” narra el episodio. Es paso obligado del Camino Francés de la ruta jacobea o Camino de Santiago. En el desfiladero hay un monasterio, varias iglesias y un hotel para atender a los peregrinos. El lugar es grandioso. El bosque de Irati, el hayedo más grande y a la vez el más bello de Europa, se encuentra en los Pirineos atlánticos. En otoño el bosque es de enloquecedora belleza por los colores de los árboles, de las hojas y del suelo. Las hayas y los abetos constituyen las especies arbóreas dominantes del bosque.