Invito a los lectores a que emprendamos un viaje a un Parque Nacional Natural que es Patrimonio de la Humanidad y que lo es por dos razones fundamentales, amén de otras: porque es el puente de unión, de paso, de la biodiversidad entre las dos Américas, o las tres, y porque es un lugar del planeta que figura como campeón en riqueza de flora y de fauna. Hablo del Parque Nacional Natural Los Katíos, ubicado en la frontera entre Colombia y Panamá y cuyos dominios se los reparten los departamentos del Chocó y de Antioquia, más exactamente los municipios de Riosucio y Unguía en el Chocó y Turbo en Antioquia. En Unguía nació Vanessa Mendoza que fue reina nacional de la belleza en 2001-2002.
Hace 40 años no conozco navidades y años nuevos en las ciudades; siempre estas festividades me han encontrado “lejos del mundanal ruido”, como dice el poeta. Hace un mes, salí del silencio y misterio de las selvas del Chocó a la barahúnda y al endiablado tráfico de Bogotá y quiero contar mi viaje. Me cuesta, debo decirlo, acomodarme cada vez al ritmo y a la locura de las ciudades cuando regreso de las soledades que amo.
El Parque fue creado en 1973 y ampliado a 72.000 hectáreas en 1979 y la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1994. No era mi primera visita a la región ya que en 1965, viviendo yo en Manizales, visité a los indígenas cunas de Unguía, Tanela y Tanelita. Luego vendrían más viajes cuando ya se había creado el Parque. Queriendo yo todos los Parques Naturales de Colombia tengo por este una particular predilección porque siempre he tenido allí contacto con los indígenas cunas, cuyo verdadero nombre es tules, contacto que me ha enriquecido espiritual y culturalmente. Los antiguos habitantes de la región fueron los indígenas cunas que son de origen chibcha y fueron desalojados por los emberá-katíos. No obstante en la periferia del Parque hay un asentamiento de indígenas cunas que es el que yo he visitado. Me acompañaron esta vez los guías ecológicos del Colegio Champagnat de Bogotá: Alejandra Murcia, Ramiro Mariaca, Diego Castro, Andrés Agámez, Daniel Delgado y Mauricio Soler.
Desde Bogotá la ruta normal por vía aérea para llegar al Parque Katíos pasa por Medellín donde se hace escala para continuar a Apartadó y desde allí se sigue por tierra a Turbo. Nosotros preferimos esta vez la carretera. Nos interesaba mucho recorrer la vía al mar, desde Medellín hasta Turbo, que pasa por pueblos muy interesantes, como Santafé de Antioquia y Dabeiba y permite admirar los hermosos paisajes de las montañas, los abismos y los profundos cañones de Antioquia.
Al abandonar la zona montañosa se llega a la región conocida como el Urabá que es compartido por Antioquia, Chocó y Córdoba. Al Urabá cordobés pertenecen los pueblos de Valencia y Tierralta.
El Urabá chocoano lo forman Acandí, Carmen del Darién, Riosucio y Unguía. El Urabá antioqueño, el más extenso, está formado por tres subregiones: la norte, la centro y la sur.
Los pueblos de Murindó, Mutatá y Vigía del Fuerte forman el Urabá antioqueño del sur. El centro, que es la región más extensa y más rica, está constituido por los municipios más grandes, que son: Apartadó, Carepa, Chigorodó y Turbo. Y la subregión norte, que es la zona turística, está formada por Arboletes, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá y Necoclí
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