Al reencauchado presidente del partido Conservador, Ómar Yepes Alzate, no le gustó que la semana pasada, en este mismo espacio, advirtiera que su nombre es sinónimo de corrupción y nepotismo en Caldas (A tenerse fino: https://bit.ly/2CkDvzM). El exsenador, a través de las redes sociales, pidió a este periódico que me llamaran la atención por ello. Porque se me fue la mano en grosería.
Puede ser.
O puede ser que este político está acostumbrado a que lo alaben amigos suyos, como César Montoya Ocampo, que usan su retórica grecocaldense para llenarlo de adjetivos lambones y ocultar sus desafueros. Muchos de ellos desatinados y mal escritos, como lo advierte con frecuencia otro columnista de LA PATRIA, el cazador de gazapos ortográficos Efraim Osorio.
O puede ser que creía que la memoria ciudadana no recordaría cómo manejó la política regional y usó las empresas públicas departamentales para repartirse el poder con los liberales y sacar tajada de ello. Tal y como lo dijo en una nota de prensa del Senado, que data del 12 de mayo del 2010, y que después recogió el portal de internet La Silla Vacía (https://bit.ly/2JttwhR).
Es cierto que a este personaje nunca lo condenaron por las investigaciones y procesos en su contra: el Robo a Caldas, en 1981; indemnizaciones irregulares a empleados de la Cámara, en 1994; por tráfico de puestos en empresas estatales, en 2001; por tráfico de influencias en la Dirección Nacional de Estupefacientes, en el 2011. Y el nepotismo, por supuesto, denunciado por El Tiempo en el artículo La dinastía de los Yepes en Caldas (https://bit.ly/2JpA4h4), en el que la Unidad Investigativa de ese medio alcanzó a contar 17 parientes de Ómar en la burocracia departamental y municipal.
De todo esto Ómar Yepes ha salido libre. Suerte que no corrieron algunas de sus fichas, entre ellas Josué Jaramillo, su mano derecha en el Congreso.
Esta trayectoria manchada, sin embargo, no le hizo mella. Por el contrario, sus artimañas son útiles para el momento político actual. No por su posible caudal electoral, que debe ser mínimo (la última vez que salió electo, en el 2006, obtuvo cerca de 44 mil votos; cantidad similar que obtuvo su hermano, Arturo, para llegar a la Cámara y que no le fueron suficientes), sino que el presidente Iván Duque necesita a alguien como Yepes liderando a los conservadores para fortalecerse de cara a las próximas elecciones de alcaldes y gobernadores. Alguien con experiencia en repartir la mermelada y prometer puestos. Alguien sin miedo a aliarse con los liberales caldenses en cabeza de otro inescrupuloso, el senador Mario Castaño.
Además, el exsenador tiene méritos para ser parte del gobierno Duque. Basta ver sus trinos para darse cuenta: el 25 de febrero les reclama “mesura y mucha consideración y respeto” a los medios que critican al presidente. Además, es belicista. Cual furibista, este pastranista se une a los ecos del Centro Democrático que piden que la solución a la crisis venezolana sea una intervención militar gringa. Ómar dice que “A Maduro y sus adláteres los van a tener que sacar a la fuerza” (23 de febrero de 2019), “Basta que EE.UU. coloque al frente de la costa venezolana un par de portaaviones y otro tanto de barcos lanzamisiles para que los militares y el gobierno de Maduro entren en pánico” (11 de febrero), “Con sanciones y mensajes retóricos no sacarán del poder a Maduro. Se tendrá que utilizar la fuerza, así muchos no quieran” (6 de febrero).
Tal vez no tenga la verborragia zalamera grecocaldense de los amigos de Ómar Yepes y que a él tanto le gusta. Pero trataré de usar adjetivos para resumir lo que es este político y por qué hay que darle la espalda a él y lo que representa: caradura, ególatra, déspota, nepotista, corrupto, inescrupuloso, censurador, guerrerista y oportunista. Suertudo, eso sí, pero nefasto hasta el tuétano.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015