Es un buen momento para los animales en Manizales. Parece que cada nada las autoridades cierran las avenidas para que los ciudadanos saquen a desfilar a sus mascotas; la semana pasada fueron los “peluditos” - como los llama el secretario de Medio Ambiente, Ricardo Germán Gallo - hoy serán los caballistas con sus ejemplares.
Y esta semana el artista Jorge Vélez le regaló a la ciudad tres esculturas de dos barranquillos y un pinche, como para confirmar que somos potencia en aviturismo. No más este año la Sociedad Caldense de Ornitología hizo un censo de 802 especies de aves en Caldas y estiman que pueden haber otras 46.
Además, tenemos micos. LA PATRIA reportó hace unos días que hay monos nocturnos que se pasean por algunos ejes ambientales y barrios cercanos a Monteleón, la reserva Río Blanco y zonas rurales. ¡Una maravilla!
Todas ellas muy buenas noticias, sin embargo no dejo de recordar a la periodista Juanita León cuando nos explicaba que una práctica del periodismo estadounidense era incluir animales en sus historias. “No son necesariamente las mejores, pero son las más populares, las que más gustan a la gente”, nos decía en clase. Y tiene razón.
El diario británico The Independent (https://ind.pn/2q5AzA0) publicó a finales del año pasado la investigación realizada en la Northeastern University, en Boston (EE.UU.), en la que entregaron a 240 personas unos reportes noticiosos falsos en los que un asaltante golpeaba con un bate a un perro, en unos casos, o a una persona de 30 años. El perro siempre generó más empatía.
Esto también se refleja en que hoy muchos británicos están más enterados en la Ley Lucy que en los alcances que tiene el Brexit. Mientras que la primera protege a los animales de criadores sin escrúpulos que ponen a parir a las hembras de manera repetitiva para traficar con razas de mucha demanda, el segundo define el destino comercial, económico, social y fronterizo de los cerca de 66 millones de habitantes que tiene el Reino Unido.
Los animales son usados por políticos para ganarse el cariño de los electores. Por eso en campaña se hacen fotos con ellos. Por eso los presidentes estadounidenses - de Lincoln a Trump - perdonan ante las cámaras la vida a un pavo en el Día de acción de gracias, a pesar de que para esa fecha se sacrificarán alrededor de 46 millones de estas aves para el consumo de los gringos. Por eso el alcalde de Manizales, José Octavio Cardona León, prometió un hospital público para mascotas.
A pesar de que la ciudad ya cuenta con espacios para cubrir estas necesidades (está la clínica de la Facultad de veterinaria de la Universidad de Caldas y está la Unidad de Protección Animal), y que solo requieren de inversión para mejorar sus plantas y calidad de atención, el alcalde Cardona hará ese hospital veterinario, “el más completo de Latinoamérica”, según el secretario Gallo. Será una inversión de $5 mil millones y su funcionamiento será de unos $35 millones mensuales.
Hay muchas personas contentas por este hospital veterinario. Pero yo lo veo más como el reflejo del estudio de la universidad bostoniana: lo apoyan porque sienten empatía por sus mascotas, mas no es lo urgente. Manizales es una ciudad que vio cómo este año la Unidad de Cuidado Intensivo pediátrico del Hospital Infantil tuvo que detener sus operaciones por unas semanas porque no tenía recursos. Y cerca de una decena de sedes de Assbasalud también se cerraron obligando a muchos pacientes a tener que desplazarse a otros sitios asistenciales. Ni hablar del estado en que viven algunos adultos mayores abandonados en albergues.
Pero no nos fijemos en esto. Tenemos desfiles de perritos y gatitos por las avenidas. Cabalgatas que recorren toda la ciudad y pájaros de colores y micos en los antejardines. Entonces, para qué enfocarnos en lo “peludito” que será sostener ese hospital veterinario. En los “micos” ocultos que pueden existir en las contrataciones directas del Instituto de Cultura y Turismo y que LA PATRIA viene investigando. O en el “elefante blanco” que es el Bulevar de la 55. Como ven, es un buen momento para los animales en Manizales.