Considerado el "peor de la historia", el incendio que desde hace seis días devora amplias extensiones del estado de California, en los Estados Unidos, dejó en cenizas la ciudad de Paradise, que tenía 27 mil habitantes. Se reportaban ayer al menos 44 personas muertas y unas 200 desaparecidas, por lo que el presidente Donald Trump lo declaró "desastre de especial gravedad". Varias mansiones de famosos han sido consumidas por el fuego.
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