Un cable, un tren y un aeropuerto
Señor director:
Quisiera referirme en términos más nostálgicos, que políticos, a estos tres eventos significativos en la historia de Manizales.
El Cable. A principios del Siglo XX, se hablaba de la posibilidad de conectar de una manera más eficiente a las regiones más apartadas y montañosas de Colombia, con el Río Magdalena. La iniciativa de los particulares y los deseos del Gobierno de emplear un nuevo método de transporte, se plasmaron en dos contratos con empresas inglesas para la construcción de unos cables aéreos, el primer contrato se celebró el 27 de septiembre de 1910 entre el Ministro de Obras, Eloy Pareja y el Súbdito Inglés Arthur Fitz Gibbon. El cable debería pasar entre Manizales y Mariquita. El trazado inicial tenía 73 kilómetros 371 metros, las obras se iniciaron en la estación de Mariquita, vecina a la del ferrocarril, ubicada a 470 metros sobre el nivel del mar, alcanzando su máxima elevación en cajones (letras), a 3.675 metros sobre el nivel del mar. El cable inició operación en 1915 y terminó en 1968 con 53 años de servicio. El cable movilizó más de un millón y medio de toneladas y cerca de tres millones de personas. Que titánica visión.
El tren. Al consolidarse el Departamento de Caldas durante la primera década del Siglo XX, el interés de los primeros gobernadores fue conectar a Manizales con el Ferrocarril del Pacífico, pero se concretó fue el de Medellín, pasando por la Felisa a llegar a Manizales en 1926, simultáneo con el servicio del cable aéreo y conectando de una manera privilegiada a Manizales con el resto del país. En 1935 los políticos pretendieron vender el ferrocarril de Caldas, para sanear las finanzas departamentales. Que horrorosa visión.
El tren funcionó hasta 1959, básicamente por problemas de orden público generados en Pereira, por la conexión del ferrocarril al Pacífico. Del lado de la Felisa, también había dificultades en la banca, por reiterados procesos de minería sobre el Río Cauca. Las dirigencias políticas regionales se sometieron al deterioro que ya traían los ferrocarriles nacionales, que se convirtieron en una pesada carga laboral, que terminó con la destrucción de ese bien de infraestructura, que anhela cualquier país en cualquier oportunidad.
El aeropuerto. Un primer aeropuerto comercial, se estableció en Santágueda – Palestina. Después de múltiples comisiones entre 1929 y 1945, donde los centrales bogotanos se oponían a un desarrollo aeroportuario en cercanías de Manizales, al considerar una relativa cercanía con el aeropuerto de Cartago.
Solo en 1945, en el Gobierno de Alfonso López Pumarejo, encargó a un Ingeniero Militar, Gustavo Rojas Pinilla, para dar un concepto respecto de la inquietud en Santágueda, y conceptuó ““Francamente considero los terrenos de Santágueda excelentes para la construcción del aeródromo. No encuentro inconvenientes técnicos y el terreno, se sujeta a las especificaciones exigidas… el campo prestará servicios para cualquier máquina”.
El aeropuerto inició la construcción en 1945 y empezó a prestar servicio en 1947 hasta 1953, cuando se iniciaron las obras del actual aeropuerto La Nubia, con una limitada pista y aproximación visual. Se inauguró en 1956 y sigue prestando servicios hasta que se pueda materializar el aeropuerto de Palestina, si el actual alcalde lo permite.
Todas las capitales de Departamento tienen suntuosos nuevos y/o renovados aeropuertos, parece que en Manizales sobrara. Que visión tan corta.
Billy R. López
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