El Carnaval, factor de grandes retos
Señor director:
El Carnaval es uno de los factores que contribuye a la consolidación del arraigo cultural de los riosuceños, este es un evento que cada vez se torna más complejo y exigente, ante el aumento progresivo de un público propio y extraño que genera nuevas demandas y marca importantes retos no solo para los organizadores y el gobierno Municipal sino también ante la sociedad local.
Cada dos años en los que se da el certamen, y cuando se quintuplica (por decir algo) la población, se visibilizan mucho más las necesidades de los riosuceños en función de la infraestructura y de sus servicios básicos, colapsan la telefonía y la señal de internet, los servicios públicos son deficientes, la movilidad se torna caótica y los espacios logran su mayor nivel de saturación. Son todos estos motivos por los cuales un importante número (en ascenso) de riosuceños reclama y se ausenta del evento. Restringir el tipo de público puede ser contraproducente ya que la naturaleza de los riosuceños y el origen del mismo carnaval, fundamentado en la unidad ante la confrontación étnica, implican generar aperturas y fortalecer ese encuentro en el que las diferencias religiosas, políticas y socioeconómicas desaparecen, esa amalgama de estratos en función de un mismo acontecer cultural y festivo es el mayor baluarte del cual se goza en cada bienal.
A los anteriores aspectos relacionados con las demandas urbanísticas, se suman los reclamos y las opiniones ante la manifestación artística sobre el personaje central que es el Diablo. Sobre su representación se han consolidado dos manifestaciones escultóricas, la primera corresponde a una figura moldeada en gran parte por el maestro Gonzalo Díaz, quien a través de los años ha conservado determinados rasgos con los cuales se logró establecer un prototipo hoy definido como tradicional, para este año 2019 a dicha figura clásica se aplicaron ciertos destellos de modernidad lo que dio como resultado un personaje andrógino de aspecto bonachón y algo benévolo. La segunda manifestación del Diablo corresponde a una propuesta generada por el artista Gustavo Carmona, quien durante la última década ha puesto en escena una figura contemporánea y antagónica, con la inserción creativa de nuevos elementos y la ruptura de esquemas como el tamaño y el prototipo. Los dos modelos se han convertido en importantes tendencias con sus respectivos seguidores, mientras la primera se identifica como un manifiesto de tradición el cual es aplaudido por mayores, la segunda recibe la exaltada admiración propia de un público joven.
Retos urbanos y artísticos deben tener salida con la construcción planificada y colectiva en el tiempo. En lo urbanístico se requiere consolidar con suficiencia la infraestructura de servicios como una de las respuestas más visibles del Estado, se hace necesario crear una tercer centralidad y transformar hacia el concepto de plaza uno de los dos parques principales (propuesta ya puesta en escena que no fue lo suficientemente sustentada por las autoridades de la planificación Municipal). En lo referente a las manifestaciones artísticas sobre el Diablo, se debe continuar con la apertura, aceptando que además de las diferentes tendencias en torno al personaje oficial, seguramente en los próximos años tendremos otros elementos protagónicos que de forma anexa harán compañía a la diabla de los 30. Las demás circunstancias como la creciente asistencia de extraños, entre otras, tendrán una solución acertada si los intereses y la capacidad de discernimiento de los riosuceños se impone de forma acorde a los retos de esta avasalladora contemporaneidad.
Nelson Javier Salazar
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