La cultura de lo desechable
Señor director:
Uno de los hechos más notables del mundo contemporáneo, y quizá su característica principal, es el surgimiento en este periodo de la cultura de lo desechable, cultura en la cual lo permanente, lo duradero y lo estable ha dado paso a lo perecedero, lo caduco y lo efímero. El origen de esta cuestión lo podemos encontrar en la que denominamos sociedad de consumo y su estatuto, según el cual no se puede vivir bien sino se posee lo más moderno y sofisticado de cuanto nos ofrecen la industria y el comercio. Y como lo que importa es tener a mano lo más nuevo y reciente, muchos no vacilan en relegar y dejar a un lado aquellos trebejos que, aún estando en buenas condiciones, no les sirve ya, pues otros de hechura más reciente han venido a reemplazarlos.
Parece ser que este estado de cosas ha sido la causa por la cual en la sociedad de hoy se mira con desprecio todo aquello que es catalogado como viejo y anticuado, así no se trate propiamente de objetos sino de personas. Para la civilización actual es como si el paso del tiempo hubiera inutilizado tanto a los unos como a los otros.
Diego Osorio Ramírez
Paraderos sin uso
Estoy de acuerdo con el lector que dice que para qué 80 paraderos más de busetas si en Manizales estamos enseñados a que los buses y busetas nos recojan y dejen donde nos da la gana. No hay autoridad que haga respetar las normas de tránsito. Me pregunto si en la ciudad hay oficinas de tránsito.
Un lector
No cree en defensores
Vemos que los defensores de los animales se valen de esta frase, que es muy bonita, para rescatar votos porque cuando ganan no se vuelven a sentir y cuando lo hacen lo hacen por encima y no continuamente. Ejemplo los paseadores de perros con 4 perros en cada mano y enredándose en sus collares. Qué tristeza verlos ahogados en todos los lazos y el paseador sin poder caminar, y ni hablar de los que acompañan a los vigilantes, ¿y de las garzas? Por eso no creemos en los defensores de los animales.
Una ciudadana
Sin mujeres
Sobre la columna del doctor César Montoya Ocampo. Muy bonita, pero ¿dónde están las mujeres?
María
Ambientes deliciosos
A muchos de los manizaleños y caldenses les gustaría pertenecer a la asamblea de Caldas o el concejo de Manizales, ¿por qué? Porque son recintos donde continuamente se discuten asuntos ajenos a la colectividad y a la comunidad, pero sí a los ambientes deliciosos y agradables a que aspira mucha gente. Qué delicia ahora están en muchos países por cuenta de los pobres contribuyentes y los que sufrimos las consecuencias de que hablan de más impuestos y más problemas para la comunidad.
Un lector
Salas de fumar
No estoy de acuerdo con el señor José Taborda de que las calles empinadas de Manizales deberían sustituirse por escaleras, pues sería colocarles una sala de recibo a los fumadores de ese producto, la marihuana, porque las autoridades poco o nada hacen para esto. Una muestra los prados de Ondas de Otún y muchas escaleras de la ciudad.
Gloria Inés Valencia
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