Saló: ¡pensar antes de verla!
Señor director:
“Saló o los 120 días de Sodoma” es una película del director italiano Pier Paolo Pasolini (1975), del género drama-terror, simbólica y metafórica. Pasados 43 años continúa siendo una película sumamente controvertida. En todo caso contiene escenas que pueden herir la sensibilidad del espectador. Pasolini: escritor, poeta, cineasta, se consideraba ateo y contradictorio, pues también dirigió el Evangelio según San Mateo (1964), ampliamente celebrado por el Vaticano y dedicado al papa Juan XXIII. Pero si ubicamos a “Saló” en contexto histórico y dentro de connotaciones artísticas, como lo es una obra cinematográfica, encontramos a Cecil B. DeMille, productor y director estadounidense conocido por sus películas espectaculares y taquilleras que nos ayuda a comprenderla con objetividad.
“Saló”, un municipio de Italia, fue convertido en república (1943 - 1945). Fue un Estado creado por Benito Mussolini tras su destitución y lo convirtió en un bastión fascista ante el avance de la resistencia y los aliados, en las postrimerías de la segunda guerra mundial. Pero quien efectivamente estaba al mando de este gobierno era Adolf Hitler. Pasolini conoció de primera mano las atrocidades que cometía este régimen totalitario contra niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, sin misericordia alguna. Y estas crueldades son las que cuenta en su película.
También se llama “los 120 días de Sodoma” porque está basada en el libro del Marqués de Sade: Las 120 jornadas de Sodoma o la escuela de libertinaje (1785), una novela escrita durante su estancia en la prisión de la Bastilla. Son los 4 círculos infernales basados en los 9 círculos en los que se dividía el “Averno” de la Divina Comedia de Dante.
En síntesis, “Saló o los 120 días de Sodoma” es una demostración de hasta donde el poder y la corrupción pueden llegar a disponer brutalmente de la vida del ser humano. Por lo que no se puede estigmatizar a Pasolini por esta película, cuya lección es que jamás vuelva a existir en ningún momento, en ningún país, en ningún régimen político, sea del signo que sea, una posición de poder tal que pueda disponer de la vida de los seres humanos a su antojo. Pero si le damos una mirada a los conflictos actuales en diferentes países del mundo, concluimos que Pasolini no estaba tan equivocado. ¿O no será un acto de inmensa crueldad el asesinato de tres periodistas en el Ecuador en total estado de indefensión?, ¿la crisis humanitaria en Venezuela?, ¿el ataque a la población de Siria con gases químicos?
Lo cierto es que la película es fuerte y algunos críticos la referencian como “Bienvenidos al infierno”, por lo que no es recomendable para personas sensibles al tratamiento exageradamente indigno que se le puede dar al ser humano. Otros críticos defienden a “Saló” afirmando que el ser humano es capaz de lo peor y eso no es ser pesimista, sino realista. Para tranquilidad la película se exhibe en Manizales con el acta de clasificación No. 4167 del Ministerio de Cultura.
Diego María Arias Agudelo
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