¿Un enigma el suicidio?
Señor director:
Siendo contra sí mismo una determinación de estas, no obstante siguen las tragedias. Se habla como causa la valentía y a la vez la debilidad. A éstas se agregan los genes, la concentración, la frustración, la pasión, el amor, la amistad, la economía, el fracaso, la depresión y los celos.
Al maestro Confucio se le atribuye el pensamiento: “Aquel que es mejor estar sentado que de pie, acostado que levantado, dormido que despierto y muerto que vivo”. Teorías y pensamientos en los libros que llevan a tanta causa.
Ante la realidad no han valido las normas restrictivas, temores y alegrías, castigos y recompensas, dolor y tristeza, fracasos y triunfos, silencios y diálogos…
¿Hasta dónde somos culpables los mayores? El Estado y la sociedad (Engaños y desempleo). El Legislativo y el Ejecutivo (Leyes que no se cumplen). El Judicial y la Fiscalía (Fallos acomodaticios). El sacerdote y el maestro (Predican y no cumplen). Los padres de familia (Severos y alcahuetes). Los medios de comunicación (Imprudencia y sensacionalismo). Las juntas que determinan o escogen (Interesadas y parcializadas).
En conclusión: ¡Cuántas veces somos culpables! ¡Cuántas veces no nos asesoramos!
Ernesto Quintero Gil
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