Rescatemos el Cerro
Señor director
El deslizamiento del pasado 19 de abril tuvo grandes diferencias en las laderas del cerro. Mientras en el área occidental, que mira hacia el barrio Palermo, no sucedió nada, en las demás laderas hacia el sur y sur-oriente, se presentaron esos deslizamientos que causaron la tragedia sobre el barrio Aranjuez.
Cuando uno pregunta sobre las causas de un comportamiento tan disímil en un área tan cercana, se obtiene información de que en las laderas afectadas había colonos o dueños privados que tenían cultivos de pan coger y había sobrepastoreo en las zonas altas.
La naturaleza geológica del cerro es débil, pues tiene una capa vegetal delgada y unas capas de suelos blandos de ceniza volcánica, sobre una superficie arcillosa (impermeable) que los hace más susceptibles a deslizamientos por acción de la infiltración de las lluvias y el efecto de la gravedad en esas grandes pendientes, cuando la protección arbórea no es adecuada.
Hay testimonios (de peregrinos en Semana santa) de que en días anteriores a la tragedia hasta el pasto de la parte superior había sido removido para atender siembras de antejardines o prados en otros lados, por lo que el suelo estaba expuesto al aire libre. En la parte occidental existe una reforestación, ya crecidita, que protegió las laderas, tal vez porque los ciudadanos o habitantes del barrio Palermo la controlaban.
Es un hecho que la propiedad de los terrenos del cerro es muy variada y que mientras no se logre que el Municipio adquiera o expropie todos esos terrenos y los vincule a un proyecto de desarrollo ambiental y paisajístico, para proteger la comunidad de la base del cerro, es poco lo que se puede hacer para que futuros aguaceros no sigan cobrando víctimas como las pasadas. Es más, sería absurdo que se invirtiesen dineros en obras allí, pues esos dineros públicos se perderían, por las acciones posteriores de los dueños, cultivadores o colonos.
La financiación del proyecto es importante, pero se podría hacer hasta con una tasa o contribución como la que se usó para la adquisición del “Bosque popular” y toda la ciudad contribuya a su adquisición o cobrándoles a los propietarios los costos de las obras dañadas por causa de sus actividades agrícolas y agropecuarias, que a todas luces son un verdadero crimen ecológico.
José Oscar Jaramillo
Al revés
Torniquetes, al revés, como escribió don Ernesto Quintero Gil, son los de las busetas nuevas, que exigen mayor esfuerzo para pasar por ellos.
Un ciudadano
Denuncias
Felicitaciones por el periódico del jueves, publicaron dos artículos que realmente le llaman a uno la atención. El primero el de Darío Arenas sobre la Licorera y el caso de las tafias, pues según entiendo se que está impidiendo que se vuelva a poner en funcionamiento el sistema para producir los alcoholes y no tener que importarlos a los precios que dice Arenas, y no le quieren parar bolas al sindicato que quiere que vuelva a funcionar la planta.
El segundo es el de Flavio Restrepo donde habla del amigo Prieto, que no hay caso más infame en Colombia. Que bueno que el periódico empezara a destapar ollas podridas y se haga una campaña efectiva para acabar con la corrupción en Colombia, de esta forma publicando los hechos y poniendo en la picota a estos caballeros que se apoderan del dinero con una facilidad increíble y siguen tranquilamente por las calles gastándose este dinero a manos llenas. El periódico es para eso, para denunciar con propiedad como lo hicieron estos dos señores.
Un lector
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