Viva Colombia
Señor director:
Esta mañana pasé por el frente de una escuela en mi pueblo y pude ver en el patio más o menos doscientos niños que respondían a las voces de una profesora que arengaba voz en cuello: "Viva Colombia, viva Colombia." Hasta ahí todo me pareció correcto, pero pocos segundos después agregó: "Hoy ganamos, hoy ganamos en Ecuador, hoy ganamos, que viva Colombia." Entonces comprendí que lo que se estaba enseñando allí era que todo lo que es Colombia está representada solo en once jugadores de fútbol.
En cambio en mi época me enseñaron geografía: todos los departamentos con sus capitales, las cordilleras con todos sus nevados, los ríos más grandes del país. Me enseñaron historia: las batallas libradas para conseguir nuestra libertad, quiénes fueron nuestros próceres, quiénes fueron nuestros principales gobernantes. Me enseñaron cívica: los poderes del Estado y sus funciones, la Bandera y el significado de sus colores, el Escudo y el Himno Nacional con sus once estrofas, etc. etc.
Esa era la Colombia de mi época, la que debíamos de amar, de respetar y servir. Hoy no. Hoy Colombia es "La Selección".
Cordialmente:
Luis Evelio Naranjo Giraldo.
N. de la D.
Recibimos esta carta en la mañana del martes, antes del partido con Ecuador.
Agüita para mi gente
Causa repudio, por decir lo menos, que a los honorables congresistas, honorables padres de la patria, les estén pasando botellas con agua y estas estén marcadas con nombres y apellidos de cada uno, mientras en la Guajira los niños se estén muriendo de sed.
Luis Gonzalo Ocampo Q.
La política de verdad
El ejercicio de la política es considerado por muchos como una simple profesión que le debe dejar utilidades monetarias importantes, y en crecendo, cada año. Esa sola idea del politiquito, que no político, es la que sigue enfermando a la democracia en Colombia, llevándose en su fracaso a la administración pública; sujetada muchas veces por inescrupulosos para “hacer fiestas” con el erario, del que se apropian sin miramientos. Contados son los que se la juegan por el servicio público cuyo objetivo central de trabajo es incrementar el bien común; lo que pasa en Colombia con esta corrupción, es por obra y gracia de que los partidos dejaron de existir. Los politiquitos no lo respetan porque hace rato viene la moda de voto preferente... lo que trae muchos “estadistas y caudillos”. No se vota por principios sino por personas. Habrá suprema democracia en Colombia cuando sintamos todos que “un político ejerce la política como vocación de servicio y tiene una actitud incorruptible. Que en su mente está siempre el proyecto social, el desarrollo de todos y propuestas pensadas para la solución y superación de crisis”.
Rogelio Vallejo Obando
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