Ahora me preparo para ser médica general y no especialista, para hacer un abordaje integral y no para fraccionar el universo de significados que envuelve a cada persona.
Estudio para ser médica general y admiro a quienes por convicción y amor lo son por siempre y son brillantes y no se frustran porque faltó algo más ni pasan su carrera y vida creyendo que la medicina general fue la transición “para llegar a…” y por fin desentenderse de la humanidad en su conjunto.
Me apasiona imaginarme como una partecita de la base de la salud de las personas, atender y entender al niño y al anciano, a la mujer embarazada, al trabajador y al estudiante, escuchar a la persona y a su familia, acercarme a sus dolores y descubrir en qué radican; me preparo para enfrentarme a todo, para saber de todo y no solo de la enfermedad sin contexto, sigo creyendo vehementemente que velar por la salud humana es mi responsabilidad, por la salud mental, física y social.
Y lo más bello de todo es que será la medicina general la que me empape de todo y de todos, será allí donde pondré a prueba mi Escuela, mi papel en ella y la manera de poner la academia al servicio de la sociedad, será allí donde me enfrente a aquello que me movió a ser médica.
Ya habrá tiempo para considerar el hecho de especializarme, pero que esto no opaque nunca el amor por la esencia de la medicina: El bienestar humano.
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