¿Tambalea la mesa de negociación con las Farc?

Lorena Beltrán

Colprensa | LA PATRIA | Bogotá

La advertencia del presidente Juan Manuel Santos a las Farc sobre el incremento en la ofensiva militar tuvo una reacción que metió al proceso de paz en una nueva crisis: tras cinco meses de cese el fuego unilateral, con una reducción del 85% en sus acciones, la insurgencia decidió reiniciar sus operaciones ofensivas.

No es la primera vez que una de las partes reversa una decisión, pues en medio del desescalamiento del conflicto, Santos ordenó frenar los bombardeos a campamentos guerrilleros; medida que duró algo más de un mes, hasta el ataque de las Farc en el Cauca en el que 10 soldados resultaron muertos.

Al tenso ambiente que ya se respiraba en La Habana se sumó que el pasado miércoles, día en el que iniciaba la ejecución del plan piloto de desminado humanitario, una niña de siete años murió en este mismo departamento, al pisar un artefacto explosivo cuando salía de su escuela.

Con el pie en el acelerador

Mientras algunos sectores advierten que la suspensión de la tregua generará una escalada de violencia en el país, otros esperan que se convierta en una presión necesaria para acelerar la firma de un acuerdo final de paz.

Así lo explica el consultor internacional en Seguridad y Defensa, John Marulanda, quien calificó la decisión como “una oportunidad de oro” porque la insurgencia utilizará su capacidad militar para presionar al gobierno y concretar los puntos pendientes.

“Creo que vendrán incidentes armados complicados, esperemos que la Fuerza Pública los pueda prevenir adecuadamente, pero será ahí cuando entre en juego la voz conciliadora del nuevo ministro, Luis Carlos Villegas”, vaticinó el experto.

Si bien en los corrillos políticos ya cuestionan la capacidad técnica de Villegas para crisis como la que atraviesa el proceso, tampoco desconocen el impulso que desde su sector, el del empresariado, podría traer a la mesa de diálogos.

El cambio de ministro se suma a la incorporación de la canciller María Ángela Holguín y del empresario Gonzalo Restrepo al equipo negociador, movimientos que, según Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), se hace para reforzar los diálogos, no para acelerarlos.

“No creo que haya una contradicción en los anuncios de Santos y el bombardeo a las Farc, porque buscó fortalecer el equipo en dos áreas en las que lo necesitaba, la primera en materia de negociación de justicia transicional en su dimensión internacional y, segunda, en las garantías para los empresarios”, explicó.

Aun así Restrepo advierte que, sin cese unilateral, habrá una retaliación de la insurgencia con ataques a la infraestructura petrolera, incidentes que presentaron mínimos históricos durante la tregua.

“Lo que puede suceder es que se presente violencia contra esos objetivos, no creo que vayan a reactivar ataques de tipo terrorista o contra la población, pero sí va a haber una escalada de violencia del conflicto. El proceso de paz no va a avanzar con más violencia”, resaltó el experto.

Así las cosas, las expectativas sobre lo que podría pasar durante el actual período de reuniones entre el Gobierno y las Farc serán más grandes que las anteriores, pues llegará el momento en que las partes tendrán que llegar a decisiones sobre los puntos restantes, mientras en el terreno se desdibuja el sonado ‘desescalamiento’.

Afectaría los diálogos con el Eln

Además de la tranquilidad de la población civil y el incipiente acuerdo de desminado en Antioquia y Meta, el pulso entre el Gobierno y las Farc podría traer consecuencias en los acercamientos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (Eln).

Así lo explica Carlos Medina Gallego, líder del grupo de Investigación en Seguridad y Defensa de la Universidad Nacional, quien ve como única vía la intervención de la subcomisión técnica del conflicto, para que los militares activos y guerrilleros que la conforman, den luces sobre cómo avanzar hacia el cese bilateral y definitivo.

“Aquí hay un malísimo mensaje para el Eln, porque van a pensar que no hay condiciones para avanzar en un proceso de paz, pero además, es un mensaje de victoria para los opositores acérrimos de los diálogos, quienes politizan al país en torno a la guerra”, comentó Medina.

Dirimir diferencias

Con respecto al desminado, Marta Lucía Ramírez, excandidata presidencial e integrante de la Comisión Asesora de Paz, indica que no estará en peligro el acuerdo, puesto que hay protocolos para garantizar la seguridad y entendimiento entre los guerrilleros y militares que participan en su ejecución.

“Sin embargo, esto sí afecta el ritmo de la negociación y el ambiente de esta ronda en Cuba (…) por la ofensiva, hay que estar preparados y tener claro que este proceso necesita condiciones y plazos”, aseveró la dirigente conservadora.

Para el ex asesor de paz Lázaro Vivero, lo que demuestra el traspié en el proceso “es que un cese unilateral no es viable porque la contraparte siempre presionará con la fuerza”, por lo que en medio del conflicto habrá que dirimir diferencias y concretar una tregua definitiva.

Trabajaron por separado

Fuentes de las delegaciones de paz del Gobierno colombiano y las Farc confirmaron a Efe que los negociadores se reunieron ayer por separado y se espera que mañana retomen el curso normal de las conversaciones conjuntas de sus diálogos de paz.

Las fuentes no precisaron cuándo tendrá lugar una reunión entre representantes de ambas partes sobre el acuerdo de desminado a la que había sido convocada la prensa el pasado viernes, pero que fue suspendida después de los acontecimientos suscitados por el bombardeo que dejó 26 rebeldes muertos.

* Con información de Efe

Lozada estuvo en el inicio de desminado

El jefe guerrillero Carlos Antonio Lozada reveló ayer que él, junto con otros cinco integrantes de las Farc, estuvieron cinco días en Antioquia, Meta y Caquetá, para explicar cómo se hará el proceso de desminado en el país tras el acuerdo al que se llegó en La Habana, Cuba.

Así lo indicó Lozada en su blog en la página de las Farc en donde señala que el pasado 15 de mayo salieron desde el aeropuerto José Martí de La Habana rumbo a Colombia. Los guerrilleros estuvieron cinco días en campamentos explicando el tema en un acto que tuvo la colaboración de los países garantes, Cuba y Noruega, así como del CICR y del Gobierno Nacional.

“La misión: visitar en el terreno, en los departamentos de Antioquia y los límites de Meta y Caquetá, las unidades guerrilleras que operan en esas áreas para explicar a los mandos y combatientes los avances del proceso de paz y los procedimientos a seguir en desarrollo del acuerdo sobre descontaminación del territorio de artefactos explosivos”, señaló.

Abatido alias Jaimito

El Ejército Nacional reportó la muerte en combate de Raúl González Montealegre, alias Jaimito, señalado de ser el jefe de finanzas de la columna móvil Teófilo Forero Castro de las Farc.

El hecho sucedió en la Vereda la Barrialosa de San Vicente del Caguán en el Caquetá, en donde el guerrillero habría citado a varias personas para el cobro de una extorsión. Allí, se presentó un enfrentamiento en donde fallecieron, además, dos civiles.

Las autoridades del departamento anunciaron que van a investigar por qué los civiles quedaron en medio del enfrentamiento.

El comandante del Comando Conjunto Sur Oriente de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Amaya, señaló que este guerrillero con 19 años en las Farc era integrante del cuerpo de seguridad de Hernán Darío Vélasquez, alias el Paisa, jefe de la Teófilo Forero.

Actualmente, era cabecilla de la Compañía Sonia la Peligrosa de esa columna móvil, con presencia en las veredas de Alto Aguillilla, Monterrey, El Retorno y Nueva Etapa del municipio de Puerto Rico, Caquetá.

Entre su prontuario está la participación en varias emboscadas a la Policía Nacional y el Ejército, así como en el secuestro y posterior asesinato del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuellar, en el año 2009; así como en el secuestro de tres ciudadanos chinos, empleados de una petrolera británica, en junio del 2011.