Siete años sin las Farc en Caldas

Sebastián Giraldo y Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

Las autoridades calculan que desde hace siete u ocho años, prácticamente, las Farc no actúan en territorio caldense. Sin embargo, la guardia se mantiene, como lo indica el coronel Juan Carlos Chaparro, comandante del Batallón Ayacucho con sede en Manizales.

El Gobierno Nacional, en el actual proceso de paz, acordó cese al fuego, el cual se prolongará hasta el fin de año. Este pacto es bilateral y entró en vigor el 29 de agosto.

El oficial del Ejército dice que de todas maneras en el departamento las tropas siguen con sus labores para neutralizar acciones como las de bandas criminales y otros tipos de delincuencia.

Ricardo Correa Robledo, abogado especializado en política, comenta que el actual cese Gobierno-Farc es fundamental. "Aunque ganó el No en el plebiscito, se nota que ninguna de las partes quiere volver a la guerra".

Entre 1993 y el 2008 el territorio caldense vivió la pesadilla de asesinatos, masacres, secuestros, extorsiones, asaltos, desplazamientos por cuenta de las Farc y los paramilitares. Con la política de Seguridad Democrática, del gobierno Uribe, poco a poco salieron los ilegales.

Continuidad

El punto 3 del Acuerdo firmado en La Habana por el Gobierno y las Farc señala: Cese al fuego de hostilidades bilateral definitivo y la dejación de armas. Esto incluye acabar con la afectación a los civiles.

Esa situación ratifica que Caldas seguiría libre de las Farc. Así mismo, no hay presencia del Eln y tampoco del Epl. Por lo menos, así se estableció en los consejos de seguridad, realizados por las autoridades departamentales en Aguadas y en Salamina con el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Ricardo Gómez, el gobernador encargado de Caldas, dice: "Lo que quedó claro es que hay personas que para extorsionar aparentan ser de esos grupos, pero eso no existe una verdadera amenaza”.

Sin uniforme

Para el analista político, las Farc le demuestran a Colombia que no quieren usar las armas de nuevo y que la única manera sería que fueran empujadas a ello. Pero por el momento está rigiendo, lo que él llama, un tipo de pacto de caballeros.

"Es curioso, por ejemplo, que las últimas apariciones públicas de los jefes de las Farc sean sin uniforme. Eso expresa de alguna manera la voluntad que tienen de volver a la vida civil", añade Correa.

El politólogo advierte que lo anterior no quiere decir que no sea necesario agilizar el proceso de refrendación de lo que se acuerde con la guerrilla. "También es necesario que el componente de verificación internacional del cese al fuego entre desde ya".

La actividad militar y policial, intensa en Caldas en los años 90 y comienzos de la década pasada, tiene una tregua ya larga, pero sin descuidar otros tipos de delincuencia y los límites, sobre todo en el oriente, por donde en otra época entraron guerrilla, paramilitares, coca y todos sus males.

Más regional

Caldas, además de no tener guerrilla, tampoco sufre por otros flagelos. Con Guajira y Cundinamarca, está entre los tres departamentos de Colombia con cero coca, como lo ratifica la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Ricardo Gómez, gobernador encargado, agrega que no hay secuestros,

Los peros para la seguridad en Caldas, explica el mandatario, tienen que ver con el microtráfico, como consecuencia de la actividad en el corredor occidental entre el norte del Valle y Risaralda.

Añade: "Como en parte de Antioquia, Chocó, Risaralda y el cañón del Río Cauca, en Caldas el lío es la minería ilegal, tema muy fuerte. Sobre bandas criminales hace unas semanas se desarticuló un grupo entre el Magdalena Medio y Puerto Berrío”.

Gómez concluyó que continúa el proceso de desminado en la vereda El Congal y también se ha efectuado en Encimadas, ambas poblaciones en Samaná, oriente de Caldas.