Cerca de dos mil cartas personales de lo que fue el intercambio de correspondencia entre el Premio de Nobel de Literatura colombiano con personalidades como el escritor argentino Julio Cortázar, el mexicano Carlos Fuentes y Milan Kundera, son tan sólo una parte del archivo personal del fallecido Gabriel García Márquez que ahora adquirió la Universidad de Texas, para que haga parte de la colección de su Centro Harry Ransom.
Este lunes dicho centro realizó este importante anuncio, y sin dar muchos detalles, es un archivo que contiene manuscritos, cuadernos, álbumes de fotos, la mencionada correspondencia y objetos personales, incluyendo dos máquinas de escribir Smith Corona y cinco ordenadores de Apple.
El Centro Ransom se ha ido conformando como un archivo literario importante en el mundo, al contar con los archivos de verdaderos maestros del arte de escribir como James Joyce, Ernest Hemingway, William Faulkner, Jorge Luis Borges y otras figuras mundiales, por lo que siempre le manifestaron a la familia del Premio Nobel de Aracataca su deseo por adquirir el archivo personal de Gabo.
Sin dar a conocer el precio que pagó la Universidad por esta adquisición, se sabe que dentro de este archivo se destacan piezas como el manuscrito final de 'Cien años de soledad', que el autor le envió a su editor, con el título escrito a mano y algunas correcciones de último momento. Además, se encuentra una novela inconclusa con al menos diez versiones.
Según Steve Enniss, director del Centro Harry Ransom, en declaraciones para The New York Times, este archivo es como “una ventana abierta al laboratorio de un alquimista de renombre, a quienes no siempre les gusta la idea de que sus recetas sean conocidas".
Este no fue un proceso que se hubiera dado de la noche a la mañana. Según directivas de la Universidad, en el mes de junio estuvieron en la casa del Premio Nobel en Ciudad de México para evaluar uno a uno el contenido de dicho archivo que deja al descubierto todas las debilidades en la escritura, con sus versiones desechadas, las palabras eliminadas y la lucha de la creación de un genio de la literatura en lengua castellana.
Dentro de los pocos detalles que se conocen de este archivo, se sabe que contiene poco material entorno a la relación de Gabo con Fidel Castro o con sus actividades políticas, la cual, según su familia, siempre prefirió llevar por teléfono o personalmente.
¿Por qué no Colombia?
Tras conocerse la adquisición de la Universidad de Texas del archivo personal de Gabriel García Márquez, por una cifra que no ha sido revelada, se generó toda una polémica en torno a por qué dicho archivo no fue adquirido por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Cultura.
Para Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional, no hay cabida a la polémica por la adquisición de dicha universidad de este archivo, “Nosotros tenemos un gran legado extraordinario y un patrimonio en torno a la figura de Gabriel García Márquez, con sus obras, primeras ediciones y una gran cantidad de elementos de gran valor sobre la obra del Premio Nobel”, comentó.
Amigos y familiares del Nobel, han donado preciados objetos, como máquinas de escribir utilizadas por Gabo, así como Daniel Samper cedió su colección de obras de primera edición firmadas a puño y letra del propio Gabriel García Márquez, que tras un proceso de un curador, conformarán una exposición que recorrerá el país en los próximos años.
Además, asegura que no se presentó una oferta pública entorno a estos archivos. “Si esta se hubiera presentado, no sólo el Gobierno colombiano se hubiera interesado, muchos otros se interesarían, empezando por el mexicano. La familia llevó una negociación con unos parámetros concretos y privados, donde nosotros no podíamos entrar de ninguna manera”, dijo Gaitán.
Se asegura que la Directora de la Biblioteca Nacional, Consuelo Gaitán, fue delegada por el Gobierno Nacional desde finales de 2013 para comunicar a la familia García Barcha el interés porque el legado del escritor reposara en Colombia y específicamente en los fondos de la Biblioteca Nacional.
Según la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, sí se le manifestó el interés a su familia por sus manuscritos y biblioteca, “pero la respuesta por parte de la señora Mercedes (viuda del escritor) es que aún era muy temprano para hablar del tema”.
Sobre la supuesta subasta pública vía Internet en donde se ofertaron los archivos privados del Nobel, como lo aseguró un medio de comunicación y se ha difundido en algunas redes sociales, el Gobierno Nacional informa que sostuvo conversaciones telefónicas tanto con la periodista del New York Times, Jennifer Schuessler, como con las oficinas de Glenn Horowitz, también en Nueva York. Ambas fuentes confirmaron que los archivos nunca estuvieron disponibles en subasta pública y que su posible venta no fue anunciada por Internet ni por ningún otro medio.
Aunque reconoce que la Biblioteca Nacional de Colombia cuenta con la capacidad para la conservación y digitalización de este tipo de archivos como lo hace con la colección de Mutis, Cuervo y Arciniégas, también exalta que el archivo literario de la Universidad de Texas es uno importante del mundo, puede garantizar su conservación, así como el uso para fines públicos y de carácter académico, además valora el prestigio de este centro universitario donde reposan archivos tan importantes como el del escritor argentino Jorge Luis Borges y el irlandés James Joyce.
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