LA PATRIA | Bogotá
La mascota del narcotraficante Darío Antonio Úsaga David, alias Otoniel, ahora vive con 240 caninos más de la Policía Antinarcótiocos en Facatativá (Cundinamarca). El perro fue abandonado el pasado 7 de septiembre en el Urabá antioqueño, cuando capturaron a su dueño en el Urabá antioqueño.
Para convertirlo en un perro Policía, el animal inició su entrenamiento en la Escuela de Guías y Adiestramiento Canino. Fue sometido a un tratamiento de desparasitación y nutrición y los Policías lo bautizaron con el nombre de Pecas.
“Este es un canino de raza criolla, con cruce de Pointer y Black Hound y tiene, aproximadamente, dos años de edad”, dijo el Mayor Milton Leonardo Sandoval, subdirector de la Escuela.
Agregó que cuando Pecas termine su etapa de entrenamiento, dentro de seis meses, podría ser utilizado en labores de rastreo y detección de personas vivas.
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