El martes la vida le cambió a Ledys M. Desde ese día permanece bajo cuidados especiales en el Hospital Pablo Tobón Uribe tras sufrir una brutal agresión con ácido, una práctica que, aunque las autoridades advierten, no es tan común en la ciudad, ha dejado casos devastadores.
Ledys, que regresaba de su trabajo en uno de los quioscos ubicados en los bajos de la Estación Alpujarra del Metro, a su casa en Robledo Curazao, fue interceptada a pocos metros de su casa por un desconocido que, sin mediar palabra, le arrojó un líquido extraño en el rostro y el torso.
Aterrorizada, la mujer llegó por sus propios medios a la casa, tras bajar unas escaleras de la carrera 76A con calle 90D y fue auxiliada por sus familiares. Sin embargo, el daño estaba hecho.
Tras ser trasladada al hospital, después de las 8:00 de la noche, los médicos la evaluaron. Su incapacidad es de aproximadamente 15 días, pero las huellas de su ataque, es casi seguro, no se borrarán en años.
“Ella se bajó de la buseta, venía tranquila para la casa, y junto a un árbol que hay aquí arriba, la venía siguiendo un tipo. Ella volteó a mirar y en ese momento la roció”, cuenta angustiada la madre de la víctima, que por razones de seguridad pidió no ser identificada.
“Ella llegó a la casa desesperada. Decía “¡me tiraron un líquido, me lo tiraron aquí arriba!” Yo le abrí la puerta y con una hermana se fue al hospital. Los médicos dicen que la quemadura es más evidente en los brazos, en la cara y el pecho. Por ahora está completamente vendada”, relata.
El atacante huyó por las intrincadas calles del barrio. Se desconoce la identidad del sujeto, pero las autoridades, tras ponerse al tanto del caso, trabajan en la individualización.
“Es que no sabemos de dónde puede provenir el ataque. Ella trabaja en este quiosco donde se venden empanadas. No se de problemas. Sin embargo, en enero pasado, la habían atacado con una puñalada. Aquí en Medellín vivimos hace cuatro años, en esta casa, hace uno”, advierte la madre, minutos antes de ir a visitar a su hija.
Para las autoridades, es el primer caso de este tipo que se registra este año en Medellín. Un investigador de la Fiscalía, consultado por Q’HUBO, advierte que estos ataques en su mayoría obedecen a móviles pasionales. También confirma, no son lo común.
Ledys tiene 25 años, no tiene hijos ni pareja conocida. Vive con su familia cercana, una hermana y su madre, que dice también que no sabe si el ataque del que fue objeto anteriormente, tiene que ver con este. Se siente atemorizada por lo que pueda pasar.
Casos extremos
El más reciente caso, por lo menos registrado, de un ataque con ácido en el Valle de Aburrá ocurrió en noviembre del año pasado en el municipio de Envigado.
La víctima fue una mujer de 55 años, que en la puerta de su casa fue violentada por un sujeto que le apuñaló y aparte intentó inyectarle una sustancia con jeringa.
Y el caso más grave registrado en los últimos años ocurrió en el municipio de La Estrella. El joven Alejandro Correa Castaño falleció tras ser rociado con medio litro de ácido en el barrio La Ferrería.
El crimen, se descubrió después, fue propiciado por una excompañera sentimental que pagó y fraguó el atentado por una decepción amorosa.
Por el caso fueron implicados tres autores, entre ellos la mujer. Dos de ellos fueron condenados a más de 20 años de prisión.
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