Bogotá. - Este 18 de agosto se cumplirán los 25 años del asesinato del líder político Luis Carlos Galán Sarmiento, quien desde su asesinato se convirtió en un mártir de la patria por la lucha constante e incansable que mantuvo contra el narcoterrorismo que azotó el país en las décadas de los 80 y 90.
Maruja Pachón, hermana de la viuda de Luis Carlos Galán, fue secuestrada un año después de que asesinaron a su cuñado. Su cautiverio duró más de seis meses y su valentía y lucha por sobrevivir la conviertieron en protagonista de ‘Noticia de un secuestro’, una de las grandes novelas del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez la que se narran los caóticos días que Maruja y demás personajes de la vida pública padecieron mientras los ‘extraditables’ los mantenían privados de la libertad.
Pachón habló en exclusiva para Colprensa y además de recordar aquel tiempo que vivió lejos de su familia y privada de la libertad, contó algunos detalles sobre la vida del líder político y sobre cómo estaría viviendo este momento por el que atraviesa el país.
- ¿Cómo es ese momento cuando se da cuenta de que definitivamente la estaban secuestrando?
Yo sabía que me iban a secuestrar, lo sospechaba y siempre estaba atenta a cualquier anomalía, tenía certeza de que pasaría lo peor, no por eso tenía menos miedo.
Estaba sucediendo eso, había vivido muy de cerca los secuestros de Diana Turbay, de Francisco Santos, de Marina Montoya, sabía que era (Pablo) Escobar quien los había secuestrado porque había aceptado esos secuestros; entonces en el momento en que me secuestran y matan al conductor, inmediatamente supe que me estaban secuestrando y era obra de Pablo Escobar.
- ¿Cómo fueron esos casi siete meses de cautiverio?
A uno se le pasa la vida entera en frente y lo único que uno cree es que lo van a matar. A mí me metieron en un cuarto de 3X2, estaba con Beatriz, mi cuñada, a la que también secuestraron, estaban siempre presentes dos tipos enmascarados, armados con ametralladoras con silenciador y televisión y radio, por eso podía seguir tan de cerca todo lo que sucedía.
Me enfermé de flebitis en ambas piernas y tenían que sacarme a caminar, pero solo podían hacerlo cuando era la una de la mañana, porque estaba oscuro y ya los vecinos no estaban por ahí, a mí me tenían en una casa muy pequeña pero con vecinos por todos lados, fue algo muy difícil.
- ¿Qué le daba esperanzas cuando estaba allá?
Siempre he sido positiva, aunque lo más claro que uno tiene es que lo pueden matar. Sin embargo, mi familia como ha sido siempre de medios, entre mi hermana Gloria y mis hijas se inventaron 'Colombia los reclama': antes de todos los noticieros salía un personaje importante del país pidiéndole a la guerrilla que devolviera a los secuestrados, por ahí pasó Gabriel García Márquez y muchos actores y actrices famosos y pues uno se agarra de ahí, sentí que no estaba abandonada.
- Usted sabía desde que la secuestraron que había sido Pablo Escobar, pero no había tenido nunca un acercamiento con él. ¿Cómo fue ese momento cuando recibió una carta de él y tuvo además que devolverle una?
Cuando mataron a Diana Turbay y a Marina Montoya la situación fue más dura, yo me hice muy amiga de Marina. Una noche llegaron por ella y ella sabía que la iban a matar, y yo también, porque llegaron más personas y nos arrancaron el radio y el televisor, duré 12 días sin saber nada de nada, yo le dije a los secuestradores que no volvería a comer si no me devolvían el radio o el televisor.
Cuando me devolvieron la radio, lo primero que escuché fueron las amenazas de Escobar diciendo que si no se llegaba a un arreglo seguirían matando cada día a los secuestrados. Entonces en ese momento Pablo Escobar me escribió una carta diciéndome que me tranquilizara que a mí no me iba a pasar nada, que todo estaría bien.
Fue terrible y espantoso pero sentí mucha tranquilidad, yo le creí porque uno cree en todo lo que lo puede salvar, yo le contesté esa carta y de hecho él la mandó a los medios de comunicación para que se publicara, pero ese fue mi único acercamiento con él. Después de que fui liberada sé que le contesté el teléfono en un par de ocasiones, porque él llamaba a mi esposo, Alberto Villamizar, porque era quien lo estaba convenciendo de entregarse.
- Cuando Pablo Escobar muere ¿cómo le cambia la vida?
Escobar se entregó, pero se escapó de la cárcel, él tenía armas y de todo allá, uno podía estar tranquilo porque ya no estaba libre pero cuando huyó fue peor.
En diciembre del 1993 yo era ministra de Educación, a mí me llamó el presidente Cesar Gaviria y me dijo “Maruja, acaban de matar a Escobar”, yo me fui de inmediato para Presidencia y casi me muero, pero fue muy curioso porque yo pensaba que iba a vivir con el karma de Escobar para siempre, por eso me enfermé, pero me sentí liberada. Pude vivir tranquila, ya no sentía que me perseguían todo el día.
- Han pasado 25 años desde que Luis Carlos Galán fue asesinado, él tenía grandes planes para el país que se vieron truncados. ¿Cuáles han sido esos cambios significativos que usted resalta en el país durante los últimos 25 años?
Primero que todo la gente ha tomado consciencia, antes del asesinato de Galán los colombianos estaban adormecidos y acostumbrados al tema del narcotráfico, la gente disfrutaba ir a las fiestas de los mafiosos, venderles sus casas pero no sabían lo grave que era esto.
Con la muerte de Luis Carlos la gente reaccionó un poco y empezaron a darle la razón, entonces eso cambió. Se ha acabado bastante la impunidad, porque entonces el narcotráfico había permeado la política y las grandes instituciones, ahora no pasa así, hay parlamentarios en las cárceles por nexos con narcotráfico y paramilitarismo.
Entonces en el tema de la justicia hay conciencia por lo menos en lo que significa la corrupción, aunque aún falta todo por hacer.
En cuanto a la lucha del narcotráfico en el mundo entero ha sido muy poco fructífera y muy costosa en violencia, vidas y represión, es un tema de nunca acabar, pero hoy se le hace un reconocimiento a las víctimas contrario. Además de que se ha abierto con esto a la posibilidad de desarrollar el campo, de devolver la tierra y los derechos a los campesinos.
- ¿Cómo ve el proceso de paz?
De lograrse estupendo porque es la posibilidad de acabar con el narcotráfico en el campo, pero es necesario para eso que en el posconflicto haya una inversión enorme del Estado, se necesita una voluntad política que cambie la situación de pobreza de los campesinos, la falta de capacitación e insumos y así lograr ese desarrollo agrario.
- Si Galán hubiera logrado ser Presidente ¿qué cambio habría habido en el país?
Yo creo que muchas de las cosas que están pasando ahora se habrían dado pero entonces, muchísimo más rápido, la lucha de las drogas habría sido distinta, no sé cuánto se habría demorado en lograr lo que se está logrando, pero Galán fue una persona que aprendió mucho mientras fue embajador en Italia, allá estudio todo sobre la mafia y sabía detalles que nadie imaginaba, entonces habría sido por lo menos más rápido
Además, una de las políticas que tenía Luis Carlos era la gratuidad en la educación, algo que el Gobierno de Santos ya ha logrado, no sé cuánto podría haberse demorado él pero seguramente habría sido más rápido y habría logrado un cambio a futuro más consolidado de lo que fue entonces.
- ¿Qué pensaría Galán de la Colombia actual?
Basada en el discurso de hace 25 años creo que pensaría lo mismo de entonces, sobretodo por la lucha que él también tenía en busca de la paz. Me cuesta creer que no hemos cambiado mucho desde entonces pero es la realidad.
- ¿Qué necesita Colombia para lograr la paz?
El país necesita una voluntad de reconciliación, necesita creer que se puede pensar distinto y que se puede logar ser distinto.
- Y si se firma el acuerdo de paz, ¿qué pasaría con el país?
Firmado el acuerdo de paz comienza lo duro y lo difícil, pero es un momento que dispararía a Colombia. El país se ha vuelto muy atractivo para la comunidad internacional, y existiendo una mayor confianza sobretodo en el tema democrático, es decir, que no se va a cambiar la Constitución para beneficio propio, estoy segura de que Colombia se va a disparar en todo sentido.
De hecho, hoy hay una clase media mucho más consolidada que la que había cuando murió Galán, en estos 25 años han pasado muchas cosas, y veo que por ejemplo a Galán no le tocaron las redes sociales la caída del mundo de Berlín, que fueron aspectos que cambiaron la perspectiva del mundo. Estoy segura de que de firmarse el acuerdo de paz, la economía y el desarrollo del país vuelan.
- ¿Cómo describe a Luis Carlos Galán?
Un líder impresionante, absolutamente arrollador, inmensamente preparado, estudiado, él no tenía un minuto sin pensar en el país y en la paz.
- ¿Cuál era el sueño más grande de Galán?
Ver a una Colombia con una verdadera democracia, él era un demócrata, quería ver un país desarrollado con una gente más comprometida en el sentido de lo público, ciudadanos más informados, con intereses reales sobre el país y que tuvieran una participación más activa en la política del país.
Él decía que la pasividad de los colombianos en el tema político era una forma de agresividad, que eso tenía que cambiar, que la gente y el país entero participen en las políticas nacionales ese era su más grande sueño.
- ¿Se le cumplirá?
Yo creo que sí, estamos viendo que las poblaciones se han involucrado mucho más, hay movimientos estudiantiles como el que surgió a raíz de la reforma de la ley 30, que fue muy interesante y mostró que hay mayor interés de los jóvenes de la nueva generación en participar en política.
Veo que de a pocos se está logrando, peor podría ser mucho más rápido, si hubiera voluntad política de formación a toda la gente del país.
- El sueño de Galán era una Colombia democrática y en paz, ¿el suyo?
El mismo, pero más desarrollada y una Colombia menos encerrada, menos ensimismada.
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