DANIELA MIRANDA
COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Para estas fechas, hace un año, Patricia Llombart llegaba a Colombia para asumir el cargo de embajadora de la Unión Europea en el país. Ha enfocado su trabajo en la implementación del proceso de paz, con sus subidas y bajadas. En sus palabras, este año ha sido "intenso".
Su objetivo continúa siendo el mismo: pisar cada una de las regiones del país. Antioquia, Bolívar, Valle del Cauca, Nariño, Putumayo y los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) se han ido sumando a los lugares visitados por Llombart. Allí pretende apoyar y visibilizar los problemas causados por el conflicto armado.
- ¿Qué expectativas tenía de Colombia cuando conoció que vendría a este país?
Cuando me enteré de que sería destinada a Colombia para representar a la Unión Europea sentí una gran alegría. Para mí ha sido una de las mejores noticias que he recibido a lo largo de mi carrera profesional. Tenía bastante curiosidad por venir, porque sabía que este era un país de estrechas relaciones la Unión Europea. A esto se suma, que también quería conocer a su gente, porque me habían dicho que era maravillosa, hospitalaria, alegre y resiliente, combinada con la naturaleza espectacular que posee este país.
- Antes de ser destinada a este país, ¿ya conocía de Colombia?
Estuve aquí hace 19 años, en una visita muy rápida. Para ese entonces, el presidente era Ernesto Samper y yo trabajaba con el vicepresidente de la Comisión Europea que llevaba las relaciones con América Latina. Un día hicimos un viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde firmaríamos un convenio con las comunidades indígenas y recuerdo que no pudimos aterrizar en este lugar por los problemas con la guerrilla. Entonces bajamos a la playa en el helicóptero y se firmó, en un acto magnifico, el apoyo de la comunidad europea a estas comunidades indígenas de la Sierra. Ese momento me dejó un recuerdo maravilloso de Colombia.
-De esos 19 años a ahora, ¿qué evolución ha visto en Colombia?
Colombia ha tenido una transformación total, fundamentalmente por la imagen renovada que adquirió el país y que ha mostrado al mundo con la firma del Acuerdo de Paz. La Unión Europea y la comunidad internacional lo han seguido con mucho interés. El mundo lo sintió como un gran soplo de esperanza porque esa acción marcó el camino de que sí es posible dejar atrás la violencia a través de la negociación y las soluciones políticas.
Colombia está siendo un ejemplo para el mundo de que se puede avanzar en la construcción de esta, que no es fácil, que tiene muchos desafíos, pero que es el camino, que además trae la seguridad tan ansiada por todos.
- Precisamente, este año la implementación del proceso de paz ha estado en un sube y baja. ¿Cómo ve esta situación?
La implementación del proceso de paz es más desafiante de lo que en un principio se pensaba. Creo que muchos dieron por sentado que una vez se cerraban las negociaciones o se firmaba el acuerdo, la paz se había alcanzado de inmediato. La implementación es mucho más complicada que la negociación en sí misma, incluso una negociación tan compleja como ha sido la de Colombia.
En las regiones hay expectativa por la implementación de la paz, pero también hay avances que se evidencian en territorios donde no hubiéramos podido ir hace unos cuantos años y eso se debe destacar como muestra del cambio. Las comunidades de estas regiones hoy destacan mucho el no vivir bajo esa enorme presión de un grupo guerrillero que les amenaza, les extorsiona, les mata, les desplaza.
- ¿Cuál es la postura de la Unión Europea con respecto a la Jurisdicción Especial para la Paz?
El sistema de justicia transicional acordado provee un marco que debe dar la globalidad de verdad, justicia, no repetición y reparación, y en eso la Unión Europea ha acompañado a la JEP, a la Comisión de la Verdad, así como a la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos.
Estos tres ejes son fundamentales para dar garantías a las víctimas y también seguridad jurídica a quienes han decidido someterse a este sistema de justicia transicional. Confiamos que concluyan pronto todos los trámites necesarios, porque todo este proceso de la adopción de ley estatutaria para la JEP la va a dotar de mecanismos y procedimientos que den garantía de seguridad.
-¿El Gobierno Nacional debería volver al diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (Eln)?
Nosotros condenamos rotundamente el atentado del Eln a la Escuela de Cadetes General Santander el pasado 17 de enero. No hay justificación para un atentado de esa naturaleza. En segundo lugar, ante estas circunstancias comprendemos las decisiones que ha tomado el Gobierno de Colombia y confiamos que al final se pueda encontrar una solución política a este conflicto y desde luego hacer un llamado al Eln para que muestre con hechos concretos su voluntad de paz.
Patricia Llombart
La embajadora, que inició su trabajo en Colombia el 5 de febrero del 2018, es una abogada nacida en Valencia, España. Cuenta con estudios de posgrado en comercio internacional y estudios europeos.
Ha trabajado en varias instituciones de la Unión Europea, siempre en las áreas de relaciones internacionales y política exterior. El más reciente cargo que ocupó antes de llegar a la embajada fue como directora de Infraestructura, Presupuesto y Seguridad del Servicio Europeo de Acción Exterior, en Bruselas, Bélgica.
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