Fernando-Alonso Ramírez | LA PATRIA|Manizales
La medicina arcaica
Mi investigación La medicina arcaica les muestra a los lectores que en épocas tan antiguas como las civilizaciones sumerias y egipcias existían formas de medicina, tratamientos, propuestas de diagnóstico que incluso hoy hemos entendido mejor, y que no se pueden considerar precisamente magia o irracionalidad. Incluso en el mismo chamanismo existen bases de relaciones humanas que explican parte de los éxitos de estos antiguos.
Hoy, en plena época de ciencia y tecnología, si usted no le cree al médico que lo está viendo es muy difícil que se sienta bien con las pastas que le manda. Si no hay confianza, si el paciente no siente que el médico genuinamente lo quiere ayudar a salir de su problema de salud, se levanta con un sentimiento molesto. Pregúntele a cualquier usuario de EPS cómo se siente después de consultar, cuando el médico no lo miró a los ojos, no lo examinó y le mandó el mismo ibuprofeno. Habla de un sistema terrible con el que vivimos en Colombia.
La influencia de Laín
Pedro Laín Entralgo significa mucho en mi interés por la historia de la medicina, porque fue un médico, historiador, un gran intelectual, complejo en su momento. Cuando terminé de leer en cuarto o quinto semestre de medicina una historia suya, que era un manual de la medicina, me dije: quiero terminar siendo profesor de historia de la medicina, fue mi proyecto secreto. Y lo cumplí. Laín influyó mucho en esa fascinación, luego conseguí su historia completa de la medicina, que no es fácil, es amplia, extensa y profunda. Y pude conocerlo dos o tres años antes de su muerte en España. Él inauguró un congreso iberoamericano de filosofía y conversó conmigo y con otros colegas casi una hora. Dio muestras de una sabiduría extraordinaria. Alguien le preguntó, maestro Laín, "¿usted es un hombre de más de 90 años, cómo conservar el entusiasmo?" Él lo miró con algo de ironía y le dijo: "siempre he seguido a un filósofo medieval del cual aprendí: estudia como si fueses a vivir mil años y vive como si te fueses a morir esta noche". En esa frase hay una sabiduría enorme frente al conocimiento, frente a la vida.
Historia no es costura
Historia de la medicina, conmigo, no es costura. Mis alumnos tienen que esforzarse, si no, la repiten. Les trato de hacer entender, que si un profesional no conoce la evolución de la medicina es un bárbaro tecnológico. La historia de la medicina nos permite entender muchas cosas de la relación médico paciente, de tratamientos que se creían magníficos y resultaron un fraude. Entender que nuestras hipótesis actuales no son verdades, son hipótesis que funcionan o no. Les insisto en que si bien los médicos ya no son lo que eran en términos de bagaje cultural, sí es importante para cualquier médico tener cierta cultura. Cierto bagaje permite entender a la persona, establecer un diálogo mínimo humano, que es fundamental. Da mala impresión a un paciente un médico que hable mal. Dice: "si este no sabe hablar, qué me irá a recetar". Mis estudiantes terminan, más de los que yo pienso, encantados con esto, apasionándose. Tengo muchos exalumnos que se volvieron buenos lectores de historia de la medicina y de literatura. Esa semilla justifica que uno esté por acá tras 25 años de ser docente.
De la información al conocimiento
Vivimos en un mar de información que nos puede perfectamente ahogar a todos. De hecho, sociólogos de la cultura contemporánea plantean que la demasiada información aumenta la ignorancia real. Dicen que si le bombardean tanta información, usted al final no sabe nada y está confundido. Mi libro no se alimenta de la información, se alimenta del conocimiento. La gran diferencia entre la información y el conocimiento es que este finalmente tú lo incorporas, lo dominas, con él modificas el mundo y te modificas a ti mismo. Eso te permite usar bien ese mundo que te da el internet, sabes dónde vas, qué no es, y eso alimenta esta segunda versión del libro. Detrás de muchas referencias de este libro están bibliotecas digitales en el Medio Oriente, en Europa, en las que gratuitamente o con un pago encuentras material extraordinario. Es fundamental poder trabajar desde la casa, pero saber distinguir la información del conocimiento.
El conocimiento es el producto de esfuerzos de toda una vida: de estudios, de lectura, de intentar pensar, no es un camino exitista. Eso no se logra en cocteles o en lobbies. Esa otra vía tiene mucho de soledad. Cuando uno deja de ser rehén de sus hormonas, tiene tiempo para pensar e investigar. La juventud no es buena para el mundo intelectual porque las hormonas no le permiten concentrarse. Como estoy en el pico de chulo, frase que me encanta y que aprendí de mi papá para describir esa edad en la que se siente que es menos lo que falta por vivir que lo que se ha vivido, tengo unos proyectos que quiero terminar. La escritura debe ser un proceso lento, no tengo afán.
El políglota
Cuando ya se había publicado la primera edición, para mí fue una sorpresa, se ganó el premio al mejor libro técnico y científico de Colombia. Esos estímulos le ayudan a uno a decir: no estamos tan mal. Y fue una autocrítica: si me fue tan bien sin saber jeroglíficos egipcios ni acadio, me voy a meter a estudiar esa vaina". Le escribí a un amigo médico que vive en París. Me respondió: "un amigo francés dice que eso se aprende solo, mientras se tengan la gramática y los diccionarios adecuados". Me hizo el contacto, y el tipo me mandó una lista de gramáticas en francés, en inglés, en alemán, en italiano. Me dediqué a eso muchos años, no soy un experto, pero aprendí a leer y me sirvió para hacer traducciones, teniendo en cuenta los textos canónigos ingleses. Leí los papiros, hago aportes directos de mis estudios de sumerio, acadio y jeroglíficos egipcios. Terminó volviéndoseme una pasión y aportó al libro, en el que hago la primera traducción completa que conozco de los 48 casos clinicoquirúrgicos del papiro de Smith.
Los papiros médicos
Egipto sigue conservando sorpresas. Un asuntos aún misterioso de la medicina e incluso del arte y de la matemática, es que en las primeras dinastías egipcias se alcanzó cierta cima intelectual de conocimientos y después vino un olvido de esos alcances, al punto que las últimas dinastías no entendían los papiros médicos. Hay más magia después, que antes. Es interesante porque nos muestra que es falso ese concepto lineal de la historia de que todo pasado fue más irracional y que se ha vuelto más racional. Los papiros médicos tienen un componente racional extraordinario. Lo digo en la traducción, en su manejo médico quirúrgico son de las primeras dinastías, las últimas volvieron a una magia populista. Es una lección de la historia. En este mar de información, uno a veces ve que que en algunos campos el mundo se ha empobrecido más, por supuesto que en otras no. Cosas tan elementales como los bachilleratos. Nuestros bisabuelos sabían leer francés, griego y latín.
Egipto, el origen
En el campo de la historia de la medicina antigua no les vamos a quitar el mérito a los griegos, pero después de dedicarle casi la mitad del libro a la medicina egipcia antigua, sin lugar a dudas, no podemos seguir diciendo que la medicina científica racional nació en Grecia en sus fundamentos, no, nació en Egipto. Buena parte de su conocimiento, los griegos lo retomaron de textos egipcios. Demuestro un ejemplo, en un papiro está la forma exacta como se reduce la luxación de mandíbula, y está reproducido igualito en un tratado hipocrático. Los griegos desarrollaron sobre todo sistema y ampliaron todo esto. Los egipcios fueron los primeros que concibieron bases de la medicina científica.
No se observa como antes
Los antiguos nos enseñan una gran capacidad de observación, que crea la clínica. Esta la crean los franceses como sistema en el siglo XIX, pero como procesos no sistemáticos están desde los antiguos. Sabían leer el cuerpo, interpretarlo. Esos médicos antiguos nos enseñaban que en la sola forma en que entraba el paciente sabían su estado de ánimo y eso determinaba una relación diferente. Ese tipo de signos hace que a veces la medicina parezca mágica, y es resultado de la observación. Cito ejemplos muy antiguos sumerios, de lo que se llamaba la fisiognomía. Los sumerios fueron los primeros en describir que si un niño nace con manchas cafecitas en la piel, seguramente va a morir a edad no avanzada y va a tener problemas para formar un hogar. Se puede entender que describían una enfermedad que se llama fibromatosis. Eso es extraordinario.
Literatura
- Adelántenos algo de lo que está trabajando en literatura.
Estoy en un proyecto de novelas. La ficción siempre ha estado ahí. Yo soy capaz de sentarme a escribir mis libros de ensayo, de historia, pero a mí me tiene que llegar la ficción, que para mí es como un gato. Uno no es capaz de coger a un gato si el gato no quiere. Por eso cada vez que me llega una novela, es una maravilla.
- ¿Es histórica?
Sí, es histórica.
- ¿Y médica?
Médica, pero no le cuento más.
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