Fernando Carrillo, de la Séptima Papeleta a la Procuraduría

COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

Fernando Carrillo Flórez, fue escogido por la plenaria del Senado como nuevo procurador General de la Nación, en reemplazo del conservador Alejandro Ordóñez Maldonado.

Con una victoria contundente que no se esperaba fuera tal, ganó por 92 votos contra 3 en blanco y ninguno por los otros candidatos Jorge Fernando Perdomo y María Mercedes López.

Carrillo Flórez, liberal de ascendencia, logró el apoyo de todos los partidos que tienen asiento en el Senado, incluyendo al Centro Democrático, bancada que le dio su apoyo minutos antes de la elección.

El nuevo procurador consolidó su triunfo el martes pasado, cuando se conoció que el Partido de la U y Cambio Radical, se comprometieron a dar su voto en la plenaria.

En la sesión del jueves se intentó frenar la elección con una nueva recusación que se presentó contra los senadores liberales, de la U y Cambio Radical, porque varios de ellos habían anticipado que votarían por Carrillo. La pretensión fue negada por improcedente.

La plenaria previamente negó impedimentos entre otros a los senadores Álvaro Uribe, los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán, Hernán Andrade, Jaime Amín, Daira Galvis, Tania Vega y Honorio Henríquez.

El presidente del Senado, Mauricio Lizcano, aseguró que es muy importante que el nuevo procurador hubiese sido elegido con esa votación tan alta, porque lo lleva a representar a todos los sectores. Destacó además que será el procurador que velará por el cumplimiento de la paz.

A su turno, el presidente, Juan Manuel Santos, tras la elección de Carrillo, escribió en su cuenta de Twitter: “Como nuevo procurador general Fernando Carrillo recibirá todo el apoyo del Gobierno para que sea el garante de la transparencia en el país”.

El nuevo procurador no anticipó cómo será su equipo de trabajo, pero sí dijo que buscará hacer cambios, en especial con la meritocracia, la designación de los procuradores. Asumirá el primero de enero ante el presidente, Juan Manuel Santos.

Perfil

El nuevo jefe del Ministerio Público nació en Bogotá el 13 de mayo de 1963. Es abogado socioeconomista de la Pontificia Universidad Javeriana, con tesis Summa Cum Laude.

Su vida política la inició al lado de Luis Carlos Galán, integró las juventudes del inmolado dirigente político.

Fue líder del movimiento de la Séptima Papeleta, que dio origen a la Constitución de 1991, luego llegó a ser miembro de la Asamblea Constituyente, de la cual fue presidente de la Comisión de Administración de Justicia y Ministerio Público.

Luego fue ministro de Justicia en el gobierno César Gaviria, cargo que tuvo que dejar por el escándalo de la huida de la cárcel de la Catedral del capo Pablo Escobar.

Al gobierno de Juan Manuel Santos llegó como el coordinador de empalme con la administración de Álvaro Uribe, luego ocupó la Dirección de Defensa Jurídica del Estado. Previamente había sido representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Brasil.

Fue ministro del Interior entre septiembre del 2012 y septiembre del 2013, luego ocupó la Embajada de Colombia ante el Reino de España. Allá curiosamente fue quien dio la bienvenida al fútbol de ese país en el Real Madrid a James Rodríguez.

Ha sido consultor de la Organización de las Naciones Unidas – ONU. Secretario General del Instituto Colombiano de la Juventud y el Deporte – Coldeportes; profesor de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Javeriana; docente de Hacienda Pública, Colegio Mayor de Nuestra del Rosario y maestro de Derecho Económico, de la Universidad de la Sabana de Bogotá.

“Me propongo hacer una Procuraduría que en primer lugar resucite los valores cívicos y ciudadanos de un Estado Social de Derecho probo, tolerante, garantista y respetuoso de la ley”.

“Una Procuraduría que no sea vocera de los radicalismos y que sea tribuna del derecho y de la seguridad jurídica. Una procuraduría que nunca sea un instrumento de persecución política. Una Procuraduría que vele por los derechos de cada colombiano y que se convierta en un estandarte de garantías para el ejercicio democrático de todas, absolutamente todas, las tendencias de pensamiento, especialmente si estas son contrarias a las de la mayoría”.

“La participación ciudadana es la mejor herramienta para asegurar el efectivo cumplimiento de las funciones del Estado y sus instituciones. Contar con mecanismos directos de rendición de cuentas, de control a la gestión y de veeduría ciudadana permiten desplegar la capacidad efectiva de los entes de control”.

“La Procuraduría, a partir de enero del 2017, se convertirá en un espacio abierto dónde todos los que quieran podrán contribuir al control efectivo de la función pública y al combate sin tregua al cáncer de la corrupción y de la desigualdad”.