El vaivén del proceso de paz con las Farc

El pasado 23 de marzo fue uno de los días más amargos para el presidente Juan Manuel Santos, debido a que perdió su apuesta para que se firmara ese día el acuerdo final con las Farc, la misma semana en que el papa y el presidente de EE. UU. pasaban por Cuba. 

Hubo muchas razones para que eso sucediera, pero en particular la que parecía falta de voluntad de las Farc para avanzar en el cierre de la agenda, que tiene pendientes los puntos de ‘Fin del Conflicto’ e ‘Implementación, Verificación y Refrendación’. 

Con la fecha encima y con la palabra incumplida, el presidente decidió darles la orden a sus negociadores de definir un nuevo cronograma puntual para lo pendiente y, sin comprometerse en una fecha, advirtió que el proceso no podría ser indefinido. 

Las cosas empezaron a cambiar luego de ese momento. La guerrilla pasó a ser la que muestra interés porque se llegue a los acuerdos en temas cruciales, como el funcionamiento de las zonas de concentración, el mecanismo de refrendación y la seguridad tras la desmovilización. 

El máximo jefe de las Farc, Timoleón Jiménez, incluso controvirtió al presidente Juan Manuel Santos, en lo que él consideró una incongruencia entre lo que quiere y lo que se hace: “Santos pide en @ONU_ acelerar procesos del cese al fuego. En la Mesa de la #Habana sus representantes no actúan en correspondencia”, escribió en su cuenta de Twitter, al hacer referencia a lo dicho por el jefe del Estado durante su visita a Nueva York, en donde volvió a recibir el respaldo a la negociación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. 

La presión de las Farc empezó el 10 de abril, cuando se dio inicio a una nueva jornada de trabajo. Carlos Antonio Lozada aseguró que en la mesa ya se había avanzado en detalles del Cese al Fuego Bilateral y Definitivo y las características de las zonas campamentarias. 

Otro de los negociadores de las Farc, alias ‘Pastor Alape’, hizo evidente su presión para que la mesa tuviera avances en el ciclo. Contrario al principio que se ha tenido de guardar la confidencialidad, el guerrillero fue de los primeros en contar que llegaría el director de Unidad Nacional de Protección, Diego Mora, para hablar sobre la seguridad que deberá suministrar el Estado a los desmovilizados. 

“Iniciamos el lunes en la mesa con el tema seguridad personal y colectiva, director UNP expone funciones de esta entidad”, escribió en su cuenta de Twitter, desde la cual en ocasiones anteriores ha contado otros momentos de la negociación, como el proceso del desminado en el Orejón. 

Ese optimismo de la guerrilla hoy parece distante de lo que piensa el Gobierno. Por ejemplo, los negociadores oficiales en ningún momento de estas casi dos semanas de trabajo en La Habana se pronunciaron, ni incluso cuando estuvo en la mesa el director de la UNP. 

En cambio, fue evidente el malestar que hubo en la mesa durante este ciclo 49, y eso se evidenció en que las Farc no realizaron sus, antes tradicionales, ruedas de prensa diarias. 

El guerrillero ‘Jesús Santrich’, también negociador, en declaraciones a los medios en Cuba reconoció que aún hay muchos pendientes, pese al optimismo que desde esas filas se pretende mostrar: “Son aún muy complejos los debates que se refieren al cese de fuego bilateral y definitivo, el proceso de dejación de armas, al esclarecimiento y desarticulación del paramilitarismo, las garantías de seguridad y darle carácter vinculante a los compromisos pactados". 

Este ciclo también tuvo como novedad la llegada de otras dos personas: alias ‘El Paisa’, por las Farc, de quien aún no se sabe el rol específico que jugará y del senador de La U Roy Barreras, quien, en condición de invitado especial del presidente Juan Manuel Santos, explicó a ambas delegaciones cómo avanzan las reformas legislativas en el Congreso, especialmente la enmienda constitucional que le daría al presidente Santos facultades especiales para implementar, vía decretos, temas de los acuerdos y que le permitiría al Senado y a la Cámara recortar los tiempos de discusión de los proyectos. 

La mesa volverá a sesionar desde el 4 de mayo, momento en que las partes continuarán “trabajando en la construcción de acuerdos sobre el punto 3, ‘Fin del Conflicto’, y empezaremos discusiones del punto 6. ‘Implementación, Verificación y Refrendación’.