"El problema del falso testimonio en Colombia está en pañales"

Bogotá.- Los ‘falsos testigos’ normalmente son desmovilizados de grupos ilegales, detenidos, que actúan en busca de beneficios jurídicos o económicos y que incluso, si están interesados en los beneficios de Justicia y Paz, no tienen ningún problema en adjudicarse 1, 4 ó 20 crímenes más pues saben que la pena no será mayor de ocho años.

Esta caracterización que hizo la Fundación Defensa de Inocentes del exdiputado del Valle, Sigifredo López, es aún más escabrosa. El falso testigo, a veces “preparados de manera vulgar y evidente”, puede construir una historia que involucra a una alta personalidad, un senador por ejemplo, y provocar mucho daño.

Por no ir más lejos, la exsenadora Nancy Patricia Gutiérrez tuvo que pasar seis años investigada para que la Corte Suprema de Justicia le archivara un proceso por ‘parapolítica’ en su contra y compulsara copias en contra la excongresista Rocío Arias y al exparamilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’ (extraditado a Estados Unidos), por su presunta responsabilidad en el delito de ‘falso testimonio’. Esto último luego de encontrar que su dicho en el proceso que enlodaba a Gutiérrez, era inconsistente.

“Yo sé que mi papá se murió sabiendo que yo era inocente y lo más triste es que hoy, seis años y medio después, no está para confirmar lo que él tenía en su corazón. La justicia está obligada a revisar estas pruebas, a hacerlo con rigurosidad y a poder desechar aquellos testimonios que pueden llevar a equivocar a la justicia y hacerle daño a las otras personas”, señaló Gutiérrez en el lanzamiento del libro “El Falso Testimonio” del abogado Luis Gustavo Moreno, que se llevó a cabo la semana pasada en Bogotá.

Según explicó López, el falso testigo suele describir situaciones, como una reunión de un político con un integrante al margen de la ley, pero solo de manera superficial y entran en contradicciones y errores cuando ya se pregunta de forma más profunda sobre los antecedentes de los hechos y lo que sucedió después.

“Presentan a la víctima del falso testimonio con relaciones de amistad o negocio con algún cabecilla o mando medio de la organización que generalmente se encuentra muerto. Los muertos son mencionados para indicar que tuvieron uno o dos momentos de coordinación con la víctima del montaje y dejan claro que el muerto era el único que manejaba la relación con la persona señalada”, señaló López.

El problema ha sido considerado como un cartel, como un cáncer, como un ‘monstruo’ tan grande que, según López, ha llevado al propio Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, a ‘purgar’ la propia entidad. A eso se suma, además, la actuación que toda una unidad contra los falsos testigos está realizando, en un esfuerzo que ya va por las 3 mil investigaciones y las 140 carpetas.

“Aun no hay sentencias condenatorias en contra de los funcionarios que se están investigando pero la Fiscalía está combatiendo, se está investigando y posiblemente se llegará a condenas. La próxima semana en el caso de Nancy Patricia habrá imputaciones a los testigos que indujeron en error a los jueces y que privaron de la libertad a la congresista”, explicó el abogado Moreno.

Moreno, quien señala que su libro es el primer tomo de una investigación avalada por Colciencias y que debe continuar para buscar soluciones ya en materia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, asegura que este tema está más que crudo en Colombia.

“El problema del falso testimonio en Colombia está en pañales. En otras latitudes, en el Cono Sur, se combate el falso testimonio en causa civil con una pena, pero cuando el falso testimonio se da en causa criminal, se aumenta la pena y, si por cuenta de ese falso testigo se priva de la libertad o se emite sentencia condenatoria, hay un agravante y un tipo penal especifico para la persona que presenta falso testigo, llámese fiscal, llámese defensa, llámese víctima”, señaló.

La idea de fondo es que detrás de un falso testigo hay una mente criminal muy poderosa, tanto económica, como política o militarmente, que termina usando de “idiota útil” a esa persona.

De acuerdo con López, además, se suma en algunos casos el apoyo de ONG que ejercen presión para que esos testimonios sean tenidos en cuenta. Esto, con “claros intereses económicos y esto ocurre especialmente cuando la víctima del testimonio es una persona importante o un político o un empresario o un servidor público que tiene mucho que perder”.

Para Moreno es hora que el tema pase de la academia al Congreso ya que esto afecta no solo a las personalidades sino también al ciudadano de a pie: “el poder legislativo tiene que ocuparse de este tema en la reforma a la justicia. Hay unos temas importantes como el tema de pesos y contrapesos, pero el sistema de valoración de la prueba, el problema del falso testimonio tiene que ser abordado porque es un cáncer que se puede ver”.

De acuerdo con la excongresista Gutiérrez, cuyo caso es recogido en el libro de Moreno junto al de López, el del contralmirante Gabriel Arango Bacci y el de senador Luis Fernando Velasco; el problema de fondo es que la justicia colombiana permite la mentira y eso se evidenció en su caso donde, según dijo, hubo testigos que estaban buscando ser incluidos en Justicia y Paz.

Por eso, en su criterio, otra posible solución a este cáncer, es la revisión de “la amplia gama de beneficios” a los que podría optar un testigo. “La posibilidad de ser protegidos, de ser incluidos con rebajas de pena, la actitud con que se toma hasta el cambio de cárceles, debería quedar expresa la circunstancias dentro de las cuales una persona realmente puede hacerse benefactora de estas situaciones”, apuntó.

Pero el tema también puede pasar por el trabajo de los fiscales y los investigadores. Por ejemplo, el contralmirante Arango Bacci, quien en sus propias palabras pasó de un momento para otro de oficial reconocido al peor de los narcotraficantes, considera que en muchas ocasiones se les cree más a los delincuentes y eso no da garantías.

“Viene una persona honesta y la meten en un problema y se presenta un delincuente a acusarla de actos infames... por qué el fiscal no está en la capacidad de entender que un delincuente puede estar mintiendo. Desafortunadamente uno de los testigos falsos míos ya fue asesinado. Le informaos al señor Ministro de la Defensa, al Procurador, al Fiscal, que por favor defendiera a los dos falsos testigos en mi caso, si queremos que se sepa qué pasó”, indicó.

A ese respecto, el exfiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, le explicó a COLPRENSA, que se hace necesario que ser más cuidadoso en las llamadas diligencias colaterales o periféricas al testimonio, que se usan para verificar los datos que da el testigo en una investigación.

“Lo que hay que hacer es que cuando se verifique que un testigo está diciendo mentiras, se proceda con la mayor celeridad posible porque hasta ahora se sabe de testigos mentirosos que se descartan, pero que no se investigan”, dijo.

Así, en su criterio, para los falsos testigos debe aplicársele el régimen más duro que la ley plantea, antes que entrar a reformar algunas normas de procedimiento penal o del sistema penal acusatorio.

“Reformas legales para eso no, porque la Ley tiene los medios u ofrece procedimientos para recibir el testimonio, evaluarlo previamente en las entrevistas y para evaluarlo en juicio oral. Se necesita un poco más de técnica tanto de la Fiscalía en la exploración oficial que se hace y eso es una verdadera especialización, y lo mismos hacer más agudos a los fiscales,
Y es que el delito de falso testimonio es un problema que crece. De acuerdo con el abogado Moreno, afortunadamente Gutiérrez, López y el almirante Bacci pueden dar cuenta de cómo lo superaron pero otros tantos no y están presos y “nadie sabe lo que es la inocencia para un inocente”.

Para el magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, magistrado Carlos Castro, quien prologó el libro de Moreno, el tema es muy grave ya que se está utilizando el testimonio en la justicia colombiana como forma de negociación, especialmente en Justicia y Paz.

Además, explicó Castro, no se trata solo de no decir la verdad, sino de omitir decir la verdad, pues el delito de falso testimonio es de doble vía.

Así, se preguntó Castro: “¿Por qué tenemos los más horrendos crímenes en la impunidad? ¿Por qué no sabemos nada de lo que sucedió con el asesinato de Luis Carlos Galán? ¿Por qué sabemos muy poco de lo que sucedió con la financiación ilícita de la política? La justicia es ineficiente; sí también es eso, pero igualmente existe un pacto de silencio. En Colombia no solo existen carteles para mentir sino también carteles para callar. Podemos decir que todos son delitos de lesa humanidad y seguirlos investigando 50 años pero si no logramos revelar lo que pasó, pues nuca vamos a poder tener culpables”.

((RECUADRO))

DEFENSA DE PIEDAD ZUCCARDI DENUNCIA TESTIGOS MOTIVADOS

En diálogo con COLPRENSA, William Rodríguez, abogado de la exsenadora Piedad Zuccardi, investigada por presuntos vínculos con grupos paramilitares, asegura que en este proceso hay, al menos, cuatro testigos que él mismo denomina “motivados”.

“Lo que ha ocurrido en el caso de la senadora, es que esos testigos de referencia han tenido un nutriente adicional y es que han sido motivados. El testigo aparece diciendo X persona me contó y resulta que esa persona que le contó está muerta. Esa es la primera característica.

Y el otro tema es el relacionado con uno de esos testigos de oídas que además lo motivaron, que le prometieron que le iban a hacer una operación en un ojo, le llevaron fotos y le pusieron a señalar específicamente a la senadora Zuccardi.

Entonces puedes encontrar en este caso cuando a un testigo lo visitan y lo motivan, que le van a ayudar rápidamente el proceso de justicia y paz, ese un testigo motivado”, apuntó.