Duque llama a la unidad de Colombia

EFE | COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

Tras obtener el mayor apoyo electoral en la historia del país, el presidente electo de Colombia, Iván Duque, hizo anoche un llamado a la unidad para superar la polarización, mientras que Gustavo Petro abrió un nuevo espacio para la izquierda con el compromiso de hacer oposición los próximo cuatro años.

Poco después de conocer su victoria con 10,3 millones de votos (53,98% del total), Duque compareció ante sus simpatizantes en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, acompañado de su familia y la vicepresidenta electa, Marta Lucía Ramírez.

Entre el confeti que llenaba el escenario, emergió la figura de Duque para asegurar que "con humildad y con honor" le va a entregar al pueblo colombiano todas sus energías para unir al país.

"No más divisiones, pensemos en un país con todos y para todos", les dijo a sus enardecidos simpatizantes que le interrumpían con salvas de aplausos y gritos de "presidente, presidente" y "sí se pudo".

Subrayó que él no ve tras las elecciones "ciudadanos vencidos", puesto que quiere ser el presidente de los colombianos, los que votaron por él, los que apoyaron a Petro y los que optaron por el sufragio en blanco.

"Se trata hoy más que nunca de unir a nuestro país, de construir, porque cuando se construye no se destruye el futuro de los colombianos", subrayó Duque, que con 41 años se convertirá en el presidente número 60 de la historia de Colombia y el segundo más joven.

Su posesión será el próximo 7 de agosto, fecha desde la que gobernará el país hasta el próximo 2022 con un apoyo notable en el Congreso.

Durante ese periodo invocará el principio que citó anoche: "No reconozco enemigos en Colombia. No voy a gobernar con odios, ni mantengo odios, ni tendré odios hacia ningún colombiano".

Un punto de más debate y fricción es el relacionado con la implementación del acuerdo de paz.

Duque no dejó pasar su primera intervención como presidente electo para asegurar que los colombianos son hoy "amigos de construir una paz" que "ante todo preserve el deseo de permitirle a la base guerrillera su desmovilización, su desarme, su reinserción efectiva".

"Está de por medio la paz porque la paz de Colombia es un anhelo de todos y la paz implica que pasemos la página de esa fractura donde se nos quiso dividir entre amigos y enemigos de la paz", afirmó.

El candidato uribista fue elegido precisamente con un discurso duro contra el acuerdo de paz con las Farc firmado en noviembre del 2016 y al que ha prometido hacerle "modificaciones", lo que ayer reiteró.

"Esa paz que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas, de verdad, sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación y no repetición", subrayó.

Finalmente, dijo que como presidente, buscará lograr la transformación del país en una nación próspera en donde se derrote la pobreza y se expanda la clase media.

Petro también compareció ante sus simpatizantes con el respaldo que le da el voto récord para la izquierda de 8 millones de personas (41,81% del total).

En el centro de Bogotá y también rodeado por su familia y su compañera de fórmula, Ángela María Robledo, Petro apeló a ese apoyo para conformar a su alrededor una coalición opositora con la que buscará defender el acuerdo de paz de Colombia, rechazará al "fracking" y la reforma de la justicia con una reducción de las cortes, entre otros elementos.

"Aceptamos su triunfo, es el presidente de la República de Colombia. No le vamos a pedir ministerios ni embajadas. Hoy somos la oposición a ese gobierno que va a conformar", dijo Petro, del movimiento Colombia Humana.

Petro, que con este resultado será senador si así lo desea, subrayó que a su movimiento solo le "hace falta entrar al Palacio de Nariño", sede del Ejecutivo, lo que espera hacer "muy pronto".

Consciente de que a su alrededor se ha conformado "una inmensa fuerza ciudadana" que aglutina a votantes que en la primera vuelta optaron por opciones de centroizquierda, se presentó como líder de esa alternativa política y adaptó el que ha sido su grito de campaña en que decía a sus simpatizantes que quería ser presidente.

"Me llamo Gustavo Petro y quiero ser su dirigente", afirmó.

Análisis

Patricia Muñoz, experta en política y docente de la Universidad Javeriana, afirma que el primer paso que debe dar el nuevo presidente es buscar la reconciliación de la sociedad, para disminuir esa polarización con la que llega a la Casa de Nariño. “Que llame a generar una serie de acuerdos y coaliciones de las diferentes fuerzas políticas que no llegaron a la Presidencia, para que le permitan el 7 de agosto posesionarse en unas condiciones de tranquilidad”, sostiene.

Según Muñoz, lo que sí habría con Duque será más facilidad para gobernar, debido a que tiene las mayorías en el Congreso de la República, teniendo en cuenta que el Centro Democrático, partido al que pertenece, es la colectividad que más senadores sumó, más las adhesiones que logró para segunda vuelta como los partidos de la U, Liberal, Conservador, Cambio Radical, Mira y Colombia Justa Libres. “La ventaja numérica de Duque es importante en el Senado, porque le garantizaría una mayor celeridad en el trámite de los proyectos y en la concreción de las iniciativas para sacar adelante las propuesta que hizo en campaña”.

La analista dice que precisamente por estas mayorías en el Congreso, la fuerte oposición, la protección constitucional de los acuerdos de paz de La Habana y la presión internacional, se generaría en el país una situación de incertidumbre alrededor de si Duque puede o no cristalizar lo prometido en campaña, en relación a los cambios que generaría con su llegada al poder.

“Duque dijo que quería cambiar los acuerdos de paz con las Farc, pero no dijo cómo lo haría. El acuerdo de paz es un pacto de Estado, hay una comunidad internacional que está siguiendo muy de cerca la implementación, pero también hay una sociedad colombiana que está de acuerdo con que la implementación se siga dando y se respete los puntos generales acordados. No depende solo de la voluntad política de Duque”, agrega.

Mauricio Jaramillo, analista político de la Universidad del Rosario, añade que como la campaña de Duque nació con el triunfo del No en el plebiscito por la paz en 2016, su gran reto es hacerle modificaciones a los acuerdos con las Farc, sin ir en contra de la decisión que tomó la Corte Constitucional de blindar su implementación, al menos por 12 años más.

“Corregir los acuerdos, como dijo en campaña, sin ir en contra de la decisión de la Corte, no es una tarea fácil y si no los corrige, quienes lo apoyaron se lo van a reclamar. Entonces, debe encontrar un equilibrio en este sentido, pero este es difícil de encontrar en este panorama”, señala.

Esta tesis es apoyada por Carlos Andrés Orjuela, consultor político y docente de la Universidad Externado de Colombia, quien asegura que en el Congreso podría haber serios debates en torno a la implementación del acuerdo de paz, que pueden entorpecer el flujo de su implementación y que ocasionaría el aumento de la polarización alrededor de la paz.

De esta manera, según el experto, el país va a quedar “polarizado en la opinión pública, porque se va a reflejar lo que sucedió en el plebiscito, en la medida en que hay una parte del país que está en una continuidad, en el estatu quo, y otra que está buscando un cambio, pero que escogió una forma radical para darlo y la cultura política no estaba lista para hacer un transformación tan radical, representada en la figura de Gustavo Petro”.

Orjuela sostiene que lo que vendrá para Colombia será una “despachada” del uribismo para recuperar las instancias de poder que tuvo durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, lo que significa que las entidades descentralizadas y ministerios van a tener un “barrido” de muchos funcionarios que durante el presente gobierno hicieron seguimiento a los “desmanes” que cometió el uribismo en su momento. “Va haber una retoma del poder político, económico y social, y esto va a generar una posición muy fuerte de la opinión pública”, dice.

“Es importante esta opinión pública porque tenemos una ciudadanía mucho más despierta que hace ocho años, independientemente que sea por las redes sociales. Hay un despertar de una parte de la cultura política que entendió que la corrupción es el cáncer de la sociedad y por eso vamos a tener una opinión pública que va a hacer un contrapeso a ese poder casi totalitario que pueda llegar a tener en el legislativo una alianza gobiernista liderada por Iván Duque”, indica Orjuela.

Esta posición es respaldada por Muñoz, quien afirma que Colombia es una sociedad que está buscando comprometerse con la democracia y que cuenta con una estructura institucional que no va a permitir que se genere ninguna situación de caos o de grandes transformaciones de la noche a la mañana o pánico a nivel de relaciones internacionales.

Frente a la política exterior, Jaramillo asegura que Duque debe tratar de no repetir el aislamiento que vivió el país durante los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, cuando Colombia estuvo apartada de sus vecinos y solamente se privilegió la relación con Estados Unidos. “Él tiene además el reto de lidiar con el Gobierno de Nicolás Maduro, en el peor momento en la historia de Venezuela y manejar la relación con Estados Unidos en un momento en que Donald Trump habla de recorte de presupuesto”.

Así mismo, dice Jaramillo, otro resto de Duque es superar el fantasma de Álvaro Uribe y los egos internos de las personalidades que lo acompañaron en campaña, para que pueda tener un margen de gobernabilidad.

Farc se ofrece a reunirse con el mandatario electo

La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), el partido político surgido tras las desmovilización de la guerrilla, se ofreció ayer a reunirse con el presidente electo Iván Duque y celebró que los comicios se desarrollaran en paz.

"La Farc expresa su disposición a reunirse con el presidente electo para exponer sus puntos de vista sobre la implementación del acuerdo de paz", anunció el líder del partido, Rodrigo Londoño, en una rueda de prensa en Bogotá.

Londoño, conocido como Timochenko en su época de combatiente, recordó que si el nuevo presidente no implementa los acuerdos "lo único que logrará será llevar al país a un nuevo ciclo de múltiples violencias".