El general Nicacio de Jesús Martínez, nombrado recientemente como comandante del Ejército, asume el reto de salvaguardar la seguridad del país en medio de una coyuntura compleja.
Por un lado, tiene la responsabilidad de luchar contra los grupos criminales y las disidencias de las Farc. Por otro, sus hombres serán esenciales para el éxito de la estrategia antidrogas, después del preocupante aumento en el número de hectáreas de cultivos ilícitos que se ha registrado en los últimos años.
El general habló sobre los retos que tiene por delante.
Con un norte claro
¿Ya tiene un norte de los retos que asumió como comandante?
Está la implementación del plan Bicentenario que concentra la acción unificada, con los alcaldes y autoridades locales para dar seguridad a todo el Estado.
¿Cómo combatirá el narcotráfico?
El narcotráfico no solo es un problema de Colombia. Es regional. Para nosotros es importante seguir trabajando con la erradicación. En el 2018 fueron unas 27 mil hectáreas las que eliminamos. Hemos incautado una gran cantidad de pasta de coca, destruido laboratorios, y seguiremos trabajando para tener un punto de quiebre y que quienes estén viviendo del narcotráfico pasen a vivir de economías lícitas.
¿Cuáles son las zonas mas críticas del país?
Los ríos de Colombia son los más utilizados para sacar droga hacía Venezuela, el Pacífico, el Urabá antioqueño y chocoano, y nos corresponde seguir ejerciendo control para poder atacar el problema.
Habrá un plan integral para erradicar el narcotráfico ¿ahí caen los campesinos que cultivan coca?
Atacamos a todos los que están fuera del marco de la ley, quienes estén cometiendo delitos estaremos atentos para poner ante las autoridades competentes a estas personas.
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¿Qué se sabe de alias Otoniel?
No puedo mencionar nada sobre ello, solo él sabe por qué no siguió con el plan de someterse a la justicia. Suponemos que sigue en el mundo del crimen. Lo que sí sabemos es que al menos mil 500 hombres están en armas dedicados al narcotráfico. Esta cifra fluctúa porque entre ellos mismos se ajustician, hay algunos que desisten, se llevan la plata del narcotráfico, entran y salen de ese mundo.
¿Las disidencias de las Farc se convirtieron en un blanco para ustedes?
Están en mil 749 hombres en armas, aunque hacemos un análisis para verificar cuántos en realidad son. Desafortunadamente esto ha seguido en aumento y es lo que no queremos, porque engañan a niños, a personas que ya estaban dentro del acuerdo. Pero las autoridades, en este caso la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), será la que diga quiénes ya no hacen parte del acuerdo y sin duda emprenderemos una persecución. Donde más hacemos presencia para combatir a esta estructura es en Guaviare, Vichada, Caquetá, Arauca, Nariño y Cauca que son los lugares donde hizo presencia la extinta Farc.
El Paisa en este momento depende de la JEP. Cuando esa jurisdicción nos dé alguna orden, la desarrollaremos. La inteligencia tiene algunos indicios sobre su paradero, y es que sí está en Colombia, pero hasta el momento no tenemos pruebas que él esté delinquiendo.
"Actuamos de manera contundente con los Grupos armados organizados que están delinquiendo en el país. Entre ellos se encuentran Los Pelusos, Los Puntilleros, el Clan del Golfo, los residuales de las Farc, el Eln, este último que está en medio de un proceso de paz, pero se surtirá una vez entreguen los secuestrados que están en su poder.
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