COLPRENSA | LA PATRIA | Cali
Mientras el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, ofrecía una recompensa de hasta $100 millones por información del paradero del helicóptero robado cuando cubría la ruta Cali-Buenaventura, investigadores de la Sijín recopilaban evidencias para tratar de dar con el paradero de los autores de este hecho.
Los móviles del hurto son un misterio, aunque las autoridades presumen que se trate de la guerrilla o de narcotraficante, pero son solo hipótesis. Incluso, se especulaba que el helicóptero podría haber sido robado para transportar al jefe del Clán Úsuga, alias Otoniel, que se refugia en el Urabá, donde las autoridades le han tendido un cerco.
Sin embargo, un oficial que está encargado de esa operación aseguró que se trata de una especulación, pues no tienen información que relaciona el robo del helicóptero.
Las pistas que siguen los investigadores tienen que ver con los videos de las cámaras de seguridad del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
El general Palomino aseguró que el piloto afirmó que había sido contratado por una familia que supuestamente quería esparcir las cenizas de un ser querido sobre el mar, pero, en pleno vuelo fue amenazado por los pasajeros, quienes lo obligaron a aterrizar y abandonar la aeronave.
El contrato se había firmado en mayo a nombre de una pareja de hermanos, que pretendían llegar a Juanchaco con las cenizas de su padre, pero, revelaron fuentes de la investigación, los vuelos habían sido postergado en varias ocasiones.
El domingo pasado la pareja llegó al terminal aéreo. Ella llevaba un sombrero de paja grande y un pañuelo blanco en la cara. No habló en todo el vuelo. Tenían una maleta y una bolsa, que no fue requisada.
El hombre que la acompañaba aseguró que eran las cenizas de su padre. “Habían dicho que eran ellos dos y dos niños los que iban a viajar, pero solo llegó la pareja. En los videos se ve qué no requisan la bolsa, allí creemos llevaban el arma”, relata el investigador.
El contrato se había firmado con la cédula a nombre de una mujer, pero al revisar ese número los policías encontraron que la cédula figuraba como hurtada desde la semana pasada.
De acuerdo con el relato del piloto a las autoridades, la pareja lo amenazó con un arma de fuego y le dio unas coordenadas diferentes para aterrizar. En ese lugar otras dos personas abordaron el helicóptero y el piloto fue abandonado.
Según el general Palomino, las alarmas están encendidas porque “un helicóptero no habrá sido hurtado para algo bueno, sino para alguna perversidad”.
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