COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
La última semana ha sido funesta para los niños en Colombia. Ya son siete los que han sido víctimas de los violentos. Los cuatro hermanos Vanegas Grimaldo, de Florencia (Caquetá), asesinados con impactos de bala en la cabeza; el menor de 12 años degollado por su padre en Dagua (Valle del Cauca), y el niño, de 7 años, que fue desmembrado en La Vega (Cundinamarca), se les suma al hallazgo de los restos óseos encontrados en un cañaduzal a las afueras de Buga, que corresponden a los de la menor Mayerli Suárez, desaparecida en junio de 2014.
Las investigaciones en busca de los presuntos responsables de la masacre en Florencia, de quienes ya hay un retrato hablado y por quienes la Policía ofreció 70 millones de recompensa, continúa. Son intentan ubicarlos y capturarlos en el menor tiempo posible, informó la Policía Nacional.
La Vega
Las autoridades adelantan investigaciones para determinar si un adolescente de 15 años habría participado en la muerte del niños de 7 años, hallado desmembrado el pasado lunes en zona rural de La Vega (Cundinamarca). Sus familiares habían reportado su desaparición el pasado sábado.
El menor se encuentra bajo custodia del ICBF y de la Policía, mientras Medicina Legal analiza unas prendas y otros elementos del adolescente que fueron encontradas en su vivienda y que tenían rastros de sangre.
El comandante de la Policía de Cundinamarca, coronel Flavio Mesa, señaló:"hay algunos testimonios que determinan que el joven de 15 años pudo haber estado con el menor antes de su desaparición".
El coronel Mesa también indicó que espera el análisis de los diferentes elementos del adolescente para determinar quién fue el responsable de tan atroz crimen.
Buga
Mayerli Suárez Londoño, de 12 años, fue vista por última vez en el barrio Balboa de Buga cuando la menor salió acompañar a una hermana a abordar una motocicleta; la niña caminó de regreso hasta su casa, pero jamás llegó.
Lourdes Londoño, madre de la menor, dijo que hizo el mayor esfuerzo para que su hija apareciera con vida. “Repartí carteles, busque ayuda para encontrarla. Lo único que pido es que las autoridades investiguen y que den con los responsables de haber asesinado a mi pequeña”.
Óscar Avendaño, hermano mayor de Mayerli, señaló que la Fiscalía tan solo halló una pierna enterrada en un cultivo de caña y que luego de análisis forenses se confirmó que los huesos pertenecen a su hermana.
“Fue un momento doloroso, la verdad siempre tuvimos la esperanza de que estuviera con vida y conocer que fue asesinada de una manera tan infame duele mucho. Ella era una niña amorosa y no merecía que le pasara algo tan terrible”, indicó.
Los restos óseos de la menor serán entregados la próxima semana, sin embargo, continuarán con el rastreo en la zona para tratar de recolectar las otras parte del cuerpo que aún no aparecen.
Inyectó veneno a su hijo
Una madre, al parecer por un sentimiento de culpa, se entregó en las últimas horas a la Policía Metropolitana de Barranquilla aduciendo que ella le había inyectado en el brazo una sustancia venenosa a su hijo de 4 años. El hecho se registró ayer en la Terminal de Transporte de la capital del Atlántico. Al niño lo trasladaron a la Clínica de la Policía, donde el toxicólogo de la entidad, dijo que al parecer la sustancia que la madre le inyectó al pequeño es el raticida llamado El Sicario, ya que ese fue el frasco que le encontraron a la mujer. Luego de que los agentes de Policía de Infancia y Adolescencia de Barranquilla se enteran del hecho, hacen la indagación y la mujer les dice que también había inyectado a otra hija de seis años. Los dos menores fueron tomados en custodia por parte del ICBF.
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