Colombia ascendió al lugar 16 en ranking mundial de sostenibilidad energética

El país escaló en el último año ocho puestos, del 24 al 16, en el escalafón del Índice Global de Sostenibilidad Energética, el más importante termómetro con que el Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés) mide el desempeño de los países en este sector.

Así lo señaló la presidenta del Comité Mundial del Trilema Energético, Joan MacNaughton, durante un evento sin precedentes en el país: la Cumbre Mundial de Líderes Energéticos, como parte de la asamblea del WEC y el Energy Trilemma Summit que se lleva a cabo en Cartagena y que reúne a empresas y expertos del sector.

Si bien el ranking completo se presentará el próximo 24 de noviembre, en Washington, la alta ejecutiva anticipó que en materia de seguridad energética, uno de los puntales del llamado trilema energético, Colombia mantuvo el quinto puesto en el mundo.

Así mismo, preservó un destacado cuarto lugar, que mantiene desde 2012, en materia de sostenibilidad medioambiental por la eficiencia en la generación de energía a partir de fuentes renovables y de bajas emisiones.

De ahí que la mejor calificación se obtuvo en el tercer elemento de trilema energético, la equidad energética, medida por el acceso y asequibilidad al servicio, en el que Colombia pasó del puesto 85 al 63, en el último año. “Ese avance se explica porque se mantuvo estable, en términos relativos, el precio de la electricidad y los precios de la gasolina se mantuvieron estables, explicado por la disminución de los precios internacionales del petróleo”, dijo MacNaughton.

No obstante, precisó que la política energética estable del Gobierno ha ayudado de la mano de programas para aumentar la cobertura del servicio del que aún carecen 400.000 familias colombianas.

Por último, precisó que los principales desafíos del sector energético colombiano se encuentran en cuatro frentes: asegurar la oferta requerida de energía ante el crecimiento económico, la integración regional energética con países de Centro y Suramérica, el creciente activismo social y los efectos del cambio climático.