Así se fugó de la cárcel el Desalmado

COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

En su declaración a la Fiscalía, Cristopher Chávez Cuellar, alias el Desalmado, explicó que la herramienta que usó para fugarse el pasado sábado de la cárcel Las Heliconias, de Florencia, le llegó por encomienda y que el guardián que lo custodiaba se durmió, lo que facilitó su huida.

El asesino de los cuatro hermanos Vanegas Grimaldo en Florencia, Caquetá, comentó ayer que la decisión de fugarse del centro penitenciario se dio por la serie de falencias expuestas y no por una situación premeditada.

"Cuando me entregaron la encomienda que fue revisada por el guardián de apellido Monje y el auxiliar de apellido Solórzano, sacaron la bolsa que iba para mí, la abrieron con un bisturí y me la entregaron. La bolsa era de material grueso envuelta con cinta. De ahí, cuando estoy adentro, saco unas chanclas, la cizalla y la tiro para el rincón de la colchoneta, iba también un teléfono”.

“Yo no tenía pensado escaparme. El sábado llegó el comandante a recibir turno a medianoche, el guardián Timote, y pues como a los 15 minutos estaba dormido porque me asomé por una ventanita, la luz estaba apagada y la puerta estaba cerrada”, sostuvo.

Aclaró que a raíz del maltrato de los otros internos decidió irse y fue cuando se vistió y empezó a cortar la malla, luego subió la escalera al segundo piso, se colgó de la viga y se subió al techo.

Argumentó que en vista de que no escuchó nada en las garitas y no cerrajearon el fusil, empezó a pasar por el techo hasta llegar a la canal; allí miró hacia abajo y se tiró, luego caminó agachado hasta la serpentina, ahí estando en la visibilidad de las dos garitas tampoco vio ningún movimiento.

“Yo no corté la serpentina, me metí por el medio de ella hasta llegar a la malla y empecé a cortarla; cada corte que le realizaba hacia 'taz taz', luego crucé y avancé agachado hasta llegar a la otra malla y empecé a cortar haciendo la misma bulla a cada corte de cada cuadrito”, dijo el Desalmado.

Señaló que luego pasó agachado y llegó hasta la última malla y empezó a cortar, abrió el roto y “salí al potrero”, al tiempo que informó que se demoró una hora y media en ese proceso.

Confesó ser el autor material del asesinato de los hermanos Deiner Alfredo, Juliana, Laura Ximena y Samuel Vanegas Grimaldo, ultimados a bala en su casa cerca a Florencia (Caquetá).

Ante un juez de control de garantías de Florencia aceptó cargos por su fuga de la cárcel Las Heliconias de Florencia, aunque se negó a declarar si contó o no con apoyo de guardianes del Inpec.

Seguidamente se decretó legal su captura y se ordenó su traslado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá.

Destacado

"Quiero pedir perdón a Dios y también a las víctimas y a la sociedad en general por los hechos sucedidos. También quiero decir que en el momento de cometer la masacre fue un poder sobrenatural el que me poseyó y me llevó a hacerlo".