COLPRENSA|LA PATRIA|BOGOTÁ
En su programa matutino ‘La hora de la verdad’, de la cadena Súper, el exministro Fernando Londoño dedicó ayer su tradicional editorial al debate sobre el marco jurídico para la paz. “Lo que avanzará hoy, y dará un paso de gigante hacia su aprobación en el Congreso es la impunidad total para las Farc. Las Farc hoy celebrarán un acuerdo con el presidente de la República”, sostuvo Londoño. Casi tres horas más tarde era víctima de un atentado. El hecho dejó dos muertos y 39 heridos. Las víctimas mortales son el intendente Rosemberg Burbano Ramos, del cuerpo de escoltas de Londoño, y José Ricardo Rodríguez.
El ataque ocurrió poco antes de las 11:00 de la mañana, en una esquina del barrio San Felipe, en el norte de Bogotá. A esa hora el carro de Londoño llegó hasta la esquina de la calle 74 con avenida Caracas y el semáforo cambió a rojo. El cruce es obligado para quienes quieren alcanzar dos de las vías más importantes de la capital de la República: la 15 y la séptima.
Junto al vehículo del exministro había una buseta de la empresa La Nacional de Transportes, de número interno 3574 y placas SIG 125. Además, había seis vehículos más esperando a cruzar la Caracas. Todos resultaron afectados por el artefacto explosivo ubicado sobre el vehículo blindado de Londoño.
¿Pero cómo lograron poner el artefacto sin que los escoltas se percataran del mismo? Dos hipótesis se tejieron sobre el hecho. La primera daba cuenta de que sería un artefacto lanzado contra el automotor por un hombre que se había bajado de la buseta y luego huyó hacia el sur.
Tal teoría fue descartada hora y media después de haberse perpetrado el hecho. Por lo que se dio paso a la segunda conjetura y sobre la que ahora trabajan las autoridades. De acuerdo con los expertos en explosivos, se trata de una bomba conocida como lapa (ver recuadro), la cual fue dejada por un sujeto que estaba en la esquina noroccidental a la espera del carro de Londoño.
De allí que se presuma que el atentado fue preparado con tiempo. Sabían la ruta del exministro, los tiempos en los que se movía, el tipo de blindaje del carro por lo que determinaron qué explosivo emplear para causar el mayor daño posible.
Pánico en el Eduardo Santos
En la madrugada de ayer Bogotá se despertó con miedo. Sobre las 5:00 mañana, en el barrio Eduardo Santos, céntrico sector de Bogotá, las autoridades interceptaron un vehículo que estaba cargado con 130 barras de indugel, explosivo de alto poder. Después de la desactivación, el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la Policía Metropolitana, dijo que desde el lunes habían recibido información sobre la presencia de un carro con explosivos en la ciudad.
“Una fuente nos alertó y nos previno de lo que podría suceder”, sostuvo Martínez al tiempo que advirtió que se detuvo a una persona que estaría involucrada en los hechos. A esa hora de la mañana, poco después de las 7:00, unidades de la Sijín expertas en el manejo de explosivos se trasladaron hacia la diagonal cuarta con carrera 18, donde hallaron el automotor.
En ese momento se pensaba que el artefacto sería una especie de retaliación contra el Gobierno por la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, por lo que las autoridades se quedaron en el sector tratando de verificar la presencia de otros artefactos.
Miedo en el norte
Los testigos que entregaron su declaración ante las autoridades dieron cuenta del hombre que estaba sobre la esquina noroccidental haciéndose pasar por vendedor ambulante. Entre su indumentaria estaba una gorra gris que tenía pegada una peluca de trenzas. Así se evidenció luego de que en la escena del crimen fuera hallado el accesorio y del que seguramente saldrán muchas pistas.
Tan pronto llegó el carro de Londoño al semáforo, el sujeto se acercó rápidamente y le instaló la bomba. Luego salió hacia la Caracas donde lo esperaba una moto, en la cual tomaron el sur. Así quedó registrado en un video de una cámara de seguridad de una ferretería del sector y otro de una vigilancia de la Policía. Sobre este material trabajan las autoridades para individualizar al sujeto. Apenas el sujeto subió a la moto se dio la explosión.
El explosivo empleado fue el conocido como C4 y se estima que pudo ser cerca de un kilo el que prácticamente acabó con la camioneta del exministro, dejó daños materiales en la zona y pánico.
Las heridas que le provocaron a Londoño obligaron a una intervención quirúrgica.
Un potente imán, dos carcasas y el material explosivo son los componentes de la bomba tipo lapa como la que le instalaron al vehículo del exministro Fernando Londoño Hoyos. Un grupo guerrillero que empleaba esta práctica era Eta, de España, que por lo general ubicaba el artefacto debajo de la silla del conductor o muy cerca del tanque de gasolina.
Expertos en el tema de explosivos señalan que una forma de activación es mediante un péndulo que al momento en que el vehículo esté en marcha se mueve para activar un detonador ubicado sobre una carcasa. Esta modalidad requiere de mayor tiempo de instalación.
Otra forma de detonación es mediante una activación a distancia. Y, al parecer, fue la que se empleó en el caso del atentado en Bogotá. Es de los más habituales por lo que quien la activa puede ver la explosión del artefacto la cual se da una vez se coloque el dispositivo en el vehículo.
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