COLPRENSA | LA PATRIA | Bucaramanga
El agresor tiene 18 años y hace pocas semanas había salido de la cárcel, según la Fiscalía, tras purgar una condena de seis meses por violencia intrafamiliar. Ayer fue enviado a prisión.
El misterio terminó. Las sospechas que las autoridades tenían sobre la muerte de Íngrid Dayana Castro Toloza, de 18 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el martes en una habitación del barrio Ricaurte, fueron confirmadas.
Su muerte no se produjo por una caída accidental. Ella fue asesinada la madrugada del 12 de noviembre por quien fuera su compañero sentimental y con quien tenía un hijo de 22 meses.
El asesino, identificado como Edwin Mauricio Ochoa Torres, de 18 años, se entregó el jueves a la 1:30 de la tarde en el CAI del barrio Ricaurte. Allí, tras confesar el crimen, fue trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía, para que rindiera indagatoria.
Tras dicha diligencia, Ochoa Torres fue citado para audiencia de imputación, la cual se cumplió en el Centro de Servicios Judiciales.
El homicida cumplió la cita y además aceptó los cargos que la Fiscalía le imputó por el delito de homicidio agravado. Ayer mismo fue enviado a la Cárcel de Mediana Seguridad de Palogordo, en Girón.
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