Alfredo Ramos un año tras las rejas y aún no comienza el juicio

En una misa en la iglesia del Parque de El Poblado, en el suroriente de Medellín, los familiares y amigos de Luis Alfredo Ramos Botero se reunieron para solidarizarse con el exgobernador de Antioquia, quien este viernes ajustó un año en detención preventiva.

En el templo, su hijo Esteban Ramos declaró que con ese acto “ofrecemos a Dios una Eucaristía, para que nos dé toda la fuerza en este momento de dificultad”.

El 29 de agosto de 2013, el también exalcalde de Medellín recibió una medida de aseguramiento de la Corte Suprema de Justicia, que lo acusa por concierto para delinquir agravado, en el marco de la parapolítica.

De acuerdo con los testigos del alto tribunal, entre ellos Pablo Sierra, alias “Alberto Guerrero”, excomandante del bloque Cacique Pipintá de las Autodefensas, Ramos y otros congresistas antioqueños como Óscar Suárez Mira, Óscar Arboleda y Manuel Ramiro Velásquez, se reunieron con jefes paramilitares a principios de 2005, en una finca de Bello.

Allí habrían pactado una ayuda para que la ley de Justicia y Paz, que se tramitaba en el Congreso en ese entonces, quedara favorable para los desmovilizados de las Auc.

En la actualidad, Ramos está recluido en la Escuela de Caballería del Cantón Norte, una base militar ubicada en Bogotá. El juicio oral comenzará el próximo mes de octubre, cuando se escucharán tanto a los testigos en contra como a los citados por la defensa, entre los cuales están el senador Álvaro Uribe Vélez y los exministros Camilo Ospina, Sabas Pretelt de la Vega y Juan Camilo Restrepo.

Paralelo a ese proceso, Ramos Botero instauró denuncias por falso testimonio en contra de tres de los testigos de la Corte, “Alberto Guerrero”, Carlos Areiza y Mauricio Tejada.