Pastor Gámez ahora debe responder por derechos de autor

La Fiscalía General de la Nación imputó cargos al pastor cristiano Álvaro Gámez por, presuntamente, distribuir, reproducir y vender más de seis mil CD’s de música cristiana en todo el país. El pastor también es investigado por abuso sexual.

Según las autoridades, el pastor vendía la música, reproducida ilegalmente, a los Estados Unidos y Puerto Rico, sin la autorización previa de los compositores o autores de las canciones.

Las razones que llevaron a la nueva investigación que se enfrente el pastor, surgieron de una denuncia interpuesta por el músico profesional y compositor de Jazz, Luis Adrián Eraso Townend, quien se sintió vulnerado por las acciones de Gámez.

Aunque el artista dice pertenecer a la congregación de la iglesia del pastor, asegura que nunca se le pregunto para reproducir más de 5.000 copias de su música, las cuales fueron distribuidas por todo el país.

Según la denuncia, el artista había compuesto varias canciones que luego fueron montadas y ejecutadas por el grupo musical de la iglesia durante los años 2001 hasta 2007. Sin embargo, el pastor decidió instalar un estudio de grabación y a mutuo propio escogió 12 canciones de varios compositores entre ellas 6 de la autoría de Adrián Eraso con el fin de grabarlas.

Es así como se producen las cinco mil copias que supuestamente fueron vendidas en diferentes ciudades, donde existe la iglesia, a un precio de dos mil pesos. Lo que alega el compositor es que en ni en el cuadernillo ni en la contraportada del CD se encuentra su nombre, lo que podría representar una falta grave, ya que no se estaría reconociendo la autoría intelectual.

Por los cargos investigados en este proceso el pastor Gámez se podría enfrentar a una pena que oscila entre los 4 y los 8 años de prisión.

El 12 de febrero de 2013, la Fiscalía General imputó cargos por abuso sexual al pastor Álvaro Gámez, por acto sexual y acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir.

Asimismo, Gámez fue acusado de abuso sexual a otras 27 mujeres, hechos que habrían ocurrido en el templo evangélico que presidía. Al parecer, el hombre abusó de sus feligreses convenciéndolas con el argumento que el acto era una alabanza a Dios.