La de cierre brilló por el arte y la emoción taurina

AL ALIMÓN

EL PREGONERO | MANIZALES

Como era de esperar desde que se anunciaron los carteles, la de ayer era la corrida que esperaban los aficionados con el mayor interés. Tanto que fue el único lleno que registró la Plaza en esta Temporada. Una combinación perfecta de toreros y toros, que hacía presagiar, como en años anteriores, que la corrida del cierre justificaba toda la temporada como en efecto sucedió ayer.

Sin embargo, las presentaciones de Don Pablo Hermoso de Mendoza aún se recuerdan con viva intensidad al término de la Feria. Al rejoneador hay que adicionarle las actuaciones de Eduardo Gallo, en su debut en Manizales, David Mora y Luis Bolívar en su su segunda tarde.

Los toros de la ganadería de los Herederos de Ernesto Gutiérrez permitieron todos el lucimiento aportado por cada uno de los toreros.

Sin demeritar las faenas de Sebastián Castella, sobre todo la segunda al toro Príncipe, El Juli fue el triunfador absoluto de la tarde, no solo por el indulto a su toro Contratista, toreado en quinto lugar, al cual el matador le cortó las dos orejas simbólicas. La capa de El Juli, variada y preciosa, llevó a los tendidos alegría, incluyendo las lopecinas aplaudidas a rabiar. Los aplausos y el pasodoble Feria de Manizales indicaban, esta vez, que la faena era de elevada calidad.

La faena al toro Arco Iris fue también de gran sentido técnico y artístico. Escuchó Feria de Manizales como un tributo a sus derechazos y naturales. Lamentablemente por una estocada de pésima colocación aunque de rápido efecto, le privó de una segunda oreja. Sebastián Castella, que tiene acostumbrada a la afición de Manizales a excelentes faenas, no estuvo todo lo brillante que se esperaba de él, pero conquistó dos orejas, una en cada toro, lo que le permitió salir en hombros. Con su segundo toro, Príncipe, se le vio más en torero, más centrado con sus maneras toreras y de mejor disposición hacía la faena.

Pepe Manrique, una mejor labor con la capa en su segundo toro, Flor Silvestre, para continuar entregando a la afición a la afición unos excelentes naturales en sus dos toros que le correspondieron en suerte en el sorteo, todo acompañado de derechazos en los medios que hicieron aplaudir al público. Al no acertar con la espada le impidió recibir una oreja en cada toro.

Los toros corridos ayer permitieron apreciar un buen encierro, muy diferente a todos los demás vistos en la temporada. De los seis fueron aplaudidos cinco, uno tímidamente y los otros cuatro en diferente grado, y uno fue indultado. El toro Arco Iris, toreado por el Juli en el primer turno, era merecedor de la vuelta al ruedo en el arrastre.

Ayer Rodrigo Arias, El Monaguillo, el excelente peón de confianza de varios toreros, terminó su carrera profesional en la Plaza de Manizales. Se despidió con dos enormes pares de banderillas. Rodrigo fue aplaudido en las más importantes plazas de toros e inclusive cuando actuaba con César Rincón, fue obligado por el público a descubrirse varias veces. Un hombre que llevó a Manizales por doquier y caballero a cabalidad.