Se estima que hay entre cinco y 50 mil millones de microplásticos en el mar.

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Se estima que hay entre cinco y 50 mil millones de microplásticos en el mar.

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EFE | LA PATRIA | Madrid

Un documento elaborado por la Organización Marítima Internacional (IMO), organismo de la ONU responsable de la seguridad en el transporte marítimo y la prevención de contaminación marina y atmosférica por los barcos, advierte de que es preferible proceder a la limpieza de los vertidos de pellets cuando llegan a tierra.

El texto, examinado en la reunión que mantuvo hoy el delegado del Gobierno regional en el País Vasco (norte de España), Denis Itxaso, con responsables de la gestión del litoral, señala que, al contrario de lo que sucede con los derrames de hidrocarburos, la retirada en alta mar no figura como la mejor opción en el caso de estos microplásticos debido a su minúsculo tamaño, a no ser que permanezcan aún dentro de los sacos de embalaje o en el propio contenedor que lo transportaba.

En el mismo sentido, indica que es preferible emplear medios aéreos en lugar de barcos para avistar un vertido de estas características y reconoce que en cualquier caso su retirada de la costa puede llevar meses e incluso años y es prácticamente imposible recogerlos por entero.

En su reunión de finales del pasado mes de abril, el Subcomité de prevención y lucha contra la contaminación de la OMI (Subcomité PPR) analizó entre otros asuntos este tipo de siniestros a partir de lo ocurrido con el buque portacontenedores X-Press Pearl en 2021, cuando se incendió y naufragó junto a las costas de Sri Lanka derramando 11.000 toneladas de pellets.

Otro incidente, provocado en esta ocasión por las inclemencias meteorológicas, fue el derrame de más de 13 toneladas de este material que en 2020 acabaron contaminando las costas de Noruega, Suecia y Dinamarca.

Las recomendaciones surgidas del Subcomité PPR insistían en la necesidad de un embalaje de buena calidad para los pellets, con una identificación clara de su contenido, y que fuera lo suficientemente fuerte para resistir los choques y las cargas que se suceden durante el transporte normal.

También apuntaba la conveniencia de no transportar este tipo de producto a granel y la necesidad de estibar bajo cubierta los contenedores siempre que sea razonablemente factible y, si no, ubicarlos hacia crujía -la línea imaginaria que en un barco va de proa a popa y divide la nave en dos partes simétricas- en las zonas resguardadas de las cubiertas expuestas.

Los delegados de los Estados Miembros volverán a reunirse en el Subcomité PPR en la sede londinense de la organización entre el 19 y el 23 del próximo mes de febrero con intención de aprobar una guía definitiva sobre la limpieza de este tipo de residuos