Liset Espinoza
LA PATRIA | Manizales
Hoy se cumplen 1.095 días de la tragedia del barrio Cervantes y sus habitantes la tienen tan presente, como si hubiera ocurrido ayer. De lo que algunas vez fueron casas, solo queda una que otra losa, maleza, murales, un lavadero y la cruz del silencio donde están plasmados los nombres de las 48 víctimas.
El lugar será concurrido desde las 2:30 de la tarde por familiares, amigos y comunidad, en general para asistir a la misa que anualmente lideran la Policía y la parroquia del barrio.
Luis Alberto Parra, patrullero de la Policía y encargado de la realización de la misa, explicó: "La gente, por lo general, reparte invitaciones para esta fecha y se hace un arreglo floral en conmemoración de las víctimas".
Una habitante del sector indicó que por el deslizamiento tuvo que abandonar su casa de tres pisos por siete meses, debido a que el lodo invadió el garaje y el primer piso de su vivienda. Narra que en ese tiempo recibió un subsidio de $150 mil, vivió en el barrio El Guamal y que al volver a su casa sintió el vacío.
"Al principio el frío que se sentía era impresionante, pero con el tiempo me fui acostumbrando a él. No he faltado a ninguna misa de aniversario. Nosotros éramos muy unidos y es triste saber que la gente con la que uno se crió ya no está", dijo la mujer.
Secuelas
Recordó que ese 5 de noviembre del 2011 la despertó un ruido y que al asomarse a la ventana de su habitación vio cómo las casas vecinas caían como un dominó, por lo que su reacción fue huir y subir hasta la terraza. A través de una escalera pasó hacia la casa de su mamá, que quedaba al lado de la de ella.
"No perdí ningún familiar, pero la impotencia que uno siente es mucha. Mi esposo intentó rescatar a una vecina, pero como la avalancha se vino en tres oportunidades nos daba miedo quedar atrapados. Yo en esa época vendía minutos y la última vez que hablé con Jhonathan, una víctima, fue la noche anterior, estaba contento porque venía su mamá de España".
Otra habitante que reside en la casa 35-37 manifestó que el tema para ella aún es doloroso y que apenas está saliendo de la depresión. "Son muchos recuerdos", dice.
Rodrigo Agudelo Cardona, habitante del sector, afirmó que la tragedia fue un suceso duro porque le tocó presenciar todo. "Son recuerdos que por más que uno trate de olvidar no se puede. Ese día estaba en mi casa. Sentí que el agua bajaba, después escuché como una explosión y cuando miré la casa de enfrente se partió en dos y la tierra en par segundos tapó toda la calle. Eran las 5:55 de la mañana", aseguró
Agregó que todos quedaron con secuelas y que por eso ya no son los mismos de antes. Él también tuvo que dejar su casa por siete meses mientras terminaban de recoger la tierra y al igual que otras familias recibió un subsidio.
"Acá las casas se desvalorizaron por lo que pasó. El primer año hacíamos la novena cada mes en la cruz del silencio y anualmente hacemos la misa y ya".
Conciliación
La conciliación entre el Municipio de Manizales y los abogados de las 48 víctimas que dejó la tragedia se podrá definir en la audiencia que se llevará a cabo este 24 de noviembre a las 8:30 a.m.
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