Viajan por Sur América montados en bicicleta

MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Estuvo un mes, de los tres que lleva en Sur América, aprendiendo español. Todo para recorrer con más facilidad varias zonas de esa zona del continente, pero en bicicleta.

Se trata de Cris, alemán de 23 años, que se encontró en sus viajes con Tijs y Wauter, holandeses de 22 años, todos estudiantes de ingeniería aeronaútica que comparten el gusto de viajar en bicicleta por el mundo.

Los acompaña Carolina Arango, diseñadora de Medellín, y que ellos califican como una guapa por seguirlos en esta aventura en bici.

El sábado 2 de agosto, a las 5:30 de la tarde ingresaban a Manizales, procedentes de Pereira. Habían salido de esa ciudad a las 8:00 de la mañana, es decir 9 horas y media montados en sus bicis para recorrer un trayecto que se cumple en una hora en carro, pero viajan sin afanes y disfrutando el paisaje del Eje Cafetero, de los más afamados en el exterior, dice Cris, novio de Carolina.

La idea era quedarse uno o dos días, máximo, en Manizales, si conseguían un lugar campestre para armar las carpas que cargan en los costados de las bicicletas.

Motivaciones
El periplo de estos novios se inició en Perú hace dos meses y medio. El sueño de Cris era recorrer Sur América en bicicleta, y asegura que se ha gozado cada sitio, especialmente las zonas montañosas cafeteras. "Me gusta la zona cafetera, la vista es maravillosa. Mire, ahhh....", dice observando fijamente el atardecer desde la Avenida Centenario, de ascenso a la capital de Caldas.

El cuento de Carolina es que se comprometió a visitar a su novio en Perú. Salió de Medellín en moto, pero el vehículo se le dañó en el vecino país y tuvo que cambiarse a una bicicleta. En el camino han probado diferentes comidas, pero lo que prefieren estos extranjeros es ir comprando café de diferentes marcas.

El sabor de los chorizos santarrosanos también lo mencionó Cris, el que más habla español, pues Tijs y Wauter apenas se defienden con algunas palabras. Ellos forman parte del equipo Andes Cycle Challenge, y muestran una tarjeta de presentación que los acredita como miembros.

En la página web de este grupo aparece que varios extranjeros decidieron cumplir con un desafío, viajar desde Colombia a Chile en medio año, portando solo una bicicleta y una carpa, que su viaje comenzó en Bogotá en julio pasado y que recorrerán en bici 10 mil kilómetros hasta llegar a Santiago de Chile en enero del 2015.

Estos extranjeros se consideran afortunados por la educación que han recibido en su país, por eso viajan con el propósito de recaudar fondos para aportarle a la educación de niños de Perú, a través de la Fundación Latinoamericana para el Futuro. Las donaciones las hacen por la página web de Andes Cicle Challenge.
El viaje de Cris y Carolina continuaba hacia Medellín, donde descansarían.

Dolores y recompensas
El recorrido de estos ciclistas ha estado marcado por gente de buen corazón que los ha atendido como turistas. Lo único malo de andar en bicicleta, afirma Carolina, son los perros, que los persiguen demasiado. Ella recuerda algunos muy agresivos que han estado a punto de morderles una pierna. "Me ha gustado este recorrido, aunque ha sido muy duro por el tiempo que uno pasa sentado en la bicicleta", asegura.

Cris agrega que las dos primeras semanas fue muy divertido, pero que luego el cuerpo le empezó a doler. "No quería sentarme, cuando llegaba a un lugar".

Es la tercera vez que Cris viene a Colombia y siempre ha estado en sitios diferentes, por eso se refiere al país como un lugar de montañas, de selva y de costa, pero en toda parte con un clima perfecto para viajar. "Y la gente, es espectacular, todo el tiempo son muy alegres".

Bicis para todo
Las bicicletas de estos extranjeros las trajeron en avión a Sur América, y les dan para todo. En alforjas y otras bolsas, que pegan en cualquier lugar que lo permita, cargan desde alimentos y líquidos para consumir en el camino, hasta ollas, ropa, objetos personales, bolsas de dormir y carpas para resguardarse. Empujan a punta de pedal un peso entre 50 kilogramos y 60, sin contar con lo que pesa cada ciclista.