Una nepalí vive la tragedia desde Manizales

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

Samata Simgh no habla mal el español, pero se le dificulta pronunciar algunas palabras. Visitó por primera vez Manizales en el 2006 en unas vacaciones y se radicó aquí hace dos años.

Ella, morena, de cabellera corta, estatura baja y oriunda de Nepal, abrió las puertas de su restaurante Masala, ubicado en el barrio Milán, para hablar de la emergencia por la que pasa su país, después de que el pasado sábado un terremoto de 7,8 grados que derrumbó edificaciones y deja hasta el momento 5 mil 57 personas muertas y otras 7 mil heridas.

Sentada en la silla de la primera mesa de su negocio cuenta que se enteró de lo que ocurrió porque ese día su esposo le dijo que se levantara y entrara a Skype porque había ocurrido un terremoto en Nepal. "¡¿qué pasó, qué pasó, mi familia!?" Los gestos de su cara cambian al igual que el tono de su voz, que pasa a ser de angustia, al recordar lo que sintió ese día.

"Mi mamá vive en un edificio de 16 pisos al lado de otros conjuntos. Mi esposo me dijo que había hablado con mi sobrino y que todos estaban bien, pero hasta que no escuché la voz de ellos no me tranquilicé", dice Samata.

La nostalgia vuelve al decir que después de hablar con su familia buscó fotografías de Nepal. "Lloré porque se perdió historia, como monumentos, y muchas personas murieron", narra mientras se tapa su rostro con las manos.

La tragedia también tocó a su familia, pues una prima de su madre falleció, aunque el resto de la familia está bien. Al contar cómo murió se le olvida pronunciar la palabra en español y señala una pared para dar a entender que esa estructura cayó encima de ella.

La comunicación

Después de "ese gran terremoto", como ella lo describe, las réplicas son normales, pero a su familia se le dificulta dormir tranquila. Tampoco ha vuelto al apartamento y por ahora está ubicada junto con otras personas en una gran cancha de fútbol, algo así como una tienda de campaña.

Samata se comunica con ellos por internet y celular, pero el primer día no pudo contactarlos y agrega que su madre está más calmada. "Mi mamá dice que está bien, pero como yo no estoy allá, no sabemos".

Al preguntarle que si piensa en viajar para ver cómo está su familia, responde que sí, pero que ahora, al saber que está bien, la mejor ayuda la hace desde aquí.

Destacado

"Nepal es un país muy lindo, donde la gente es muy amable. Somos amigos de los demás países. La gente es feliz con lo que tiene. Sin embargo, Nepal tiene problema de tipo político".