Un servicio a la carta de una madre

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

Bertha Hurtado Gallego comienza a echarle leña al gran fogón que tiene en la mitad de su cocina desde las 5:00 de la mañana, para tener caliente la comida que les venderá a sus comensales. Su restaurante Sabinas se ubica a la entrada del sector que lleva el mismo nombre y que atiende con su hija y su nieta.

Hoy es un día especial y en sus planes no está salir, sino trabajar el Día de la Madre. Se pone su delantal de cuadros verde con blanco y flores rojas, mientras expresa que de los 33 años que lleva trabajando en su negocio solo el año pasado dejó la labor a un lado para celebrar el día con un viaje a Manizales en familia.

"Pasé rico, fuimos a centros comerciales, pero no repetiría la salidita porque hay que trabajar y me siento bien haciéndolo", dijo mientras explicaba el menú que preparará para las madres: cazuela de pollo, arroz mixto, sancocho y sopa de mondongo.

Normal

Para esta madre de 67 años la fecha es normal. Sin embargo, prepara algo especial porque a su restaurante llegan familias y amigos de toda la vida. En algunas ocasiones celebra un día antes con su seres queridos para dedicarle el domingo a las madres que visiten su negocio.

Tiene ollas de todos los tamaños y estilos. Alza las tapas y el vapor deja adivinar algunos alimentos. Lentejas, aguapanela, tamales, carne, sopas y pollo, entre otros.

Su producto estrella es la aguapanela con queso, que por el frío de la zona es muy apetecido.

En El Cable

Por la zona rosa de Manizales está Gloria Esperanza Franco, de 52 años. Ella, al igual que Bertha, celebrará su día trabajando en su restaurante Pachamama, el cual atiende de lunes a sábado, pero hoy la ocasión amerita abrir las puertas del negocio.

Desde hace tres años, en compañía de cuatro mujeres madres de familia, una de ellas su socia, Ángela María Ospina, atienden clientes desde tempranas horas.

En el tablero acrílico apunta el menú del día para antojar a quien pase por el lugar. Se sienta y relata que este día será diferente, no por el trabajo, sino porque hace tres meses enterró a su abuela y no pasará la fecha con su madre, quien estará en una finca.

"Celebraré con las madres de mi negocio y lo más grande, que son mis clientes", expresó.

Lejos, pero cerca

Sabe a qué hora empezará a atender (9:00 de la mañana), pero desconoce la hora de cierre, pues, según ella, depende del número de clientes.

El menú ya está listo: crema de cebolla, pollo relleno con tocineta y piña abonada con finas hierbas, vino cubierto con salsa agriduclce, medallones de cordón de cerdo al horno con salsa de ciruelas, puré de papá gratinado, ensalada de verduras al dente con vinagreta, arroz con maní, limonada natural, postre de frutos rojos y queso cuajada.

Antes de tener el negocio Gloria celebraba la fecha en compañía de su hijo, pero hace dos años y tres meses él vive en el extranjero, por lo que al hablar de su primogénito se le entrecorta la voz. "Él me llevaba el desayuno a la cama, me consentía y me daba regalos. Aún lo hace aunque esté lejos a través de llamadas y mensajes hermosos. Gracias a Dios tengo un hijo muy bueno".

Para la familia

Agregó que en este tipo de fechas las familias visitan mucho el restaurante. Recordó que hasta bisabuelas van para celebrar, así como también lo hacen mujeres solas.

"El mejor regalo de este domingo es tener a mi mamá y por ello, hay qué cuidarlas y decirles cuánto las queremos en vida".

Añadió que también saca tiempo para ella, pero recalca que su vida es trabajar, porque es madre cabeza de familia.

Dato

Aunque los restaurantes están en puntos diferentes de la ciudad en ambos también venden desayunos.

Gloria Esperanza Franco, al lado de su ayudante Luz Fanny Marín, preparando el menú.