Tiempo del Escarabajo, en la Filbo

Vicky Salazar

LA PATRIA | MANIZALES

La escritora manizaleña Esperanza Jaramillo presentará hoy su libro Tiempo del Escarabajo, editado por Oveja Negra, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. La presentación estará a cargo del también escritor José Luis Díaz Granados.

Ella asegura que su trabajo ha sido silencioso, pero ahora quiere compartir su felicidad por la publicación de su nuevo libro de poesía, con prólogo de Gonzalo Mallarino Flórez, quien lo presentará después en un evento programado en el Gimnasio Moderno de Bogotá.

Con vena

Esperanza Jaramillo García ha sido escritora durante toda su vida. Vocación que heredó de sus abuelos Juan B. Jaramillo y Blanca Isaza de Jaramillo. "Ellos han sido el soporte espiritual, la energía que me motiva", asegura.

La escritora vivió su infancia en Manizales. Dice que ama esta ciudad y los recuerdos que tiene de su niñez. Su familia se trasladó a Calarcá (Quindío) cuando ella iba a empezar bachillerato, allí vivió muchos años. Después se radicó en Bogotá y hace un tiempo regresó al Quindío donde vive actualmente.

La literatura es para ella parte fundamental de su vida, un componente espiritual, dice. "Amo las letras, la palabra, los idiomas, la poesía me parece preciosa, y siempre he estado dedicada a la literatura. Antes con limitación muy grande de tiempo por mis actividades profesionales, ahora con todo el tiempo para ella".

Además de poesía también ha escrito una novela, Brazalete de las ausencias y los sueños, "la cual escribí influenciada por el realismo mágico de la obra de García Márquez. La publicó Bancafé en el 2012 y la regaló entre los funcionarios y clientes del banco. También escribo prosa poética y actualmente estoy trabajando en un libro sobre Egipto, Israel y Jordania, historia contada desde el corazón. La editorial también está interesada en estos textos, ya he enviado algunas cosas".

La banca

Esperanza se formó en el área financiera y administrativa. Durante 10 años estuvo en el BCH de Calarcá y después en el Industrial Colombiano de Armenia, de ahí se fue a Bogotá.

“Mi carrera bancaria la inicié al lado de Mario Calderón Rivera, inolvidable su espíritu humanista, su altruismo, el amor por el arte, la manera de gerenciar dentro de un esquema humanístico, un ser humano extraordinario. Fui la primera gerente de la oficina del Banco Central Hipotecario en Calarcá”.

Cuando se fue a celebrar el centenario de Calarcá gestionó la sede propia para el municipio. “Se decidió que no se iba a hacer una mole de cemento, sino una edificación donde los referentes de la arquitectura de la colonización antioqueña se mantuviera para reiterarle al pueblo el amor por lo propio”, recuerda.

“La intención de los pueblos pequeños es querer ser grandes y había que darle una lección amorosa a la gente y mostrarle que Calarcá no iba a ser. Fue una batalla de cinco años, casi me declaran persona no grata en el municipio porque todo el mundo quería un edificio más alto que el de la Gobernación del Quindío. La Alcaldía nos cerró la obra fue necesario que el doctor Calderón y la junta directiva del BCH se reunieran con los concejales para que nos autorizaron terminarla. La inauguración fue con la Orquesta Sinfónica de Bogotá.

Cultura

Esperanza Jaramillo está dedicada a las actividades culturales. “En la medida que la sociedad evoluciona más en aspectos como la tecnología, crece la cultura del consumo y se dificulta vivir porque se estrechan los parámetros para el desarrollo de las personas, pero también nace un interés por lo espiritual, por lo cultural y es ahí es donde se encuentran jóvenes que le gusta la poesía.

El inglés ha sido su segundo idioma, durante un año fue profesora de Inglés Técnico en la Universidad del Quindío. Ahora es presidenta de la Alianza Francesa del Quindío, desde ahí mantiene una actividad cultural permanente.

De regreso al Quindío

“Pensando en mi retiro había comprado un lote junto al Parque del Café para construir mi casa. Ambicionaba levantarme en el campo y admirar el paisaje que me circunda. Fue un cambio duro, de los afanes diarios, la agenda apretada, los clientes, el teléfono a la tranquilidad total y el tiempo disponible, no sabía qué iba a hacer allí y me enfermé. Fue un tiempo en el que mi espíritu y mi vida se fueron armonizando con el entorno campestre”.

Amo los espacios de soledad, la música instrumental y la clásica, en especial Bach. Ahora tengo muchas actividades culturales. Me reúno con amigos escritores. Tengo muchas actividades, soy muy disciplinada, voy a Armenia dos días a la semana, salvo que tenga algo extraordinario, soy muy deportista, camino y nado, me encanta la cocina, el jardín, los pájaros. A las 10:00 de la mañana ya estoy en el escritorio trabajando”.

Poesía

- ¿Qué temas aborda cuando escribe poesía?

Los temas siempre son los mismos, esos no van a cambiar, desde que existimos estamos hablando del sufrimiento, de la cotidianidad, del amor, la muerte, la vida, de lo que se espera. Cambia en la poesía la manera de verla, de contarla de sentirla, pero los sentimientos son los mismos, la poesía es la misma en cualquier idioma.

- ¿Se lee poesía hoy?

Sí se lee. No es lo más comercial, pero creemos que hay una necesidad de una poesía que no encasille a la gente.

CORTEZA DE TORONJA

Diminuta

 la hormiga

camina

sobre el hemisferio de luz

de una toronja.

Vadea ríos de azúcar

se empina sobre cordilleras

En este instante

vislumbro

dos formas de vida:

la fruta tiene la medida

de mi sed

y ella

 la hormiga

se dará un festín en mi parcela

Un día yo seré también

corteza de toronja

hoja de gualanday

para todas las hormigas

que miden sin tregua

mi jardín

DETRÁS DE LOS CERROJOS

¿ Es esta acaso

la historia

que quisiera contar?

Saberme largamente anhelada

hasta la hondura del ruego

Quitarme el traje de fiesta

y volver

con la pasión de la fruta

invadida de sol

Despertar la sangre

en duermevela

y morir mil veces en su travesía

Ser tormenta al final de mí misma

tocar la arcilla

y saber que el día esquivo

por fin llegó

SEÑALES MANUSCRITAS EN EL VIENTO

En la región

más boreal de América

un poco de mí

llega hasta el lugar

donde la escarcha

azula la tierra

Allá donde los días

son corderos blancos

y las doncellas

buscan la tibieza

del agua

Algo de mí

indaga todavía

el camino

Y doy gracias

por cada señal manuscrita

en el viento