Lo ocurrido ayer en La Carrilera, vecino del barrio Pío XII en Manizales y evacuado por los derrumbes del 19 de abril de este año, es otra de esas historias anunciadas en la ciudad.

LA PATRIA estuvo allí el 18 de octubre, un día antes de publicar un informe especial sobre los seis meses de esta tragedia. Se encontró una laguna de excremento formada por el taponamiento de un box coulvert, estructura en concreto que canaliza aguas de la quebrada Las Camelias.

Antes de llegar a ese sitio, de olor nauseabundo, Martha Lucía Arenas, damnificada, mostró que había 18 casas evacuadas, unas dos a punto de caer, pero a las que la Alcaldía no les había hecho nada. Dijo que la laguna era una bomba de tiempo, pues con los aguaceros fuertes se crece y podía represarse y causar deslizamientos.

La semana siguiente a la publicación, la Alcaldía empezó a limpiar el canal por una brecha que abrió, pero con las lluvias la laguna se creció, ablandó la tierra y desplomó una pared y un andén por donde circulaban los damnificados.

Ayer en la tarde, otra vez con un aguacero, la piscina volvió a subir de nivel, se desbordó, se llevó tres casas de las afectadas y evacuadas y dejó un hueco mucho más grande.

En el sitio hicieron presencia la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) y Bomberos. Martha solo dijo: "el agua corrió hacia abajo, como nos imaginábamos".

No dejaban

Jairo Alfredo López, jefe de la UGR, respondió que abrieron brechas para evacuar el agua y evitar represamiento, pero que con las lluvias de ayer el box superó la capacidad y se llevó tres estructuras ya afectadas. "Desde el 19 de abril hacemos monitoreo. Hace un mes se determinó que las casas debían ser demolidas, pero la comunidad se negó, mientras no les garantizaran un lugar dónde vivir. No se realizarán obras por ahora, se hará un estudio para determinar qué se debe hacer en el sector. No hay peligro porque las casas están evacuadas. Las familias están censadas y el Gobierno los tiene en cuenta para el programa de vivienda y reubicación".

La habitante Martha Lucía Arenas explicó que los habitantes no dejaron tumbar porque nunca les explicaron el proceso. "La gente no sabía si iba a tener derecho a reubicación o a un subsidio de vivienda. Solo la semana pasada nos reunieron en Obras Públicas. Con lo de ahora muchos terminaron de perder todo, porque tenían cosas ahí. Estamos consternados porque entre los dueños hay ancianos y gente muy pobre, que la Alcaldía haga lo que tenga que hacer, pero rápido".