LINA RUIZ
LA PATRIA | MANIZALES
Desafío. Esa es la palabra que define ahora la situación de Manizales después de lo vivido en la madrugada del miércoles por los fuertes aguaceros, donde se perdieron 17 vidas y cientos de familias quedaron sin vivienda.
Expertos aseguran que el manejo del territorio es tan importante como la salud o la educación. El cuestionamiento es ¿qué se viene ahora para la ciudad?
Para Carlos Alberto García, director nacional del Invías, se debe seguir con la política de gestión de riesgo, que hasta el momento ha funcionado y que evitó una tragedia mayor. "En Manizales se han realizado cerca de 900 obras de estabilidad, estas funcionaron muy bien a pesar de que el aguacero que cayó está entre los de mayor magnitud en los últimos años, con 156 milímetros de lluvia, que sobrepasaron la capacidad".
Según García se debe mantener el costo de la sobre tasa ambiental (impuesto que se paga en la factura de predial cuyos dineros los recauda Corpocaldas), que ha permitido la construcción de estas obras, evitando una emergencia más grande.
"Lo que sigue es hacer más obras de manejo de deslizamiento. Tener cuidado con el desarrollo de la ciudad, no construir en laderas", agregó.
Así mismo, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, ministro de Transporte y exalcalde de Manizales, señaló que la naturaleza no se puede retar . "Cada vez hay que trabajar más en prevención del riesgo. Esto nos dice que si no lleváramos tantos años construyendo, quizás, unas 2 mil obras de estabilidad y manejo de aguas públicas y privadas, esta ciudad pondría cada año 40 o 50 muertos como pasaba hace 20 o 30 años".
"Lo que pasó fue muy trágico, pero pudo ser peor. Aún nos falta mucho en prevención, pero tenemos el respaldo para gestionar recursos y construir más obras de estabilidad. Lo que pasó en Persia y González, si la gente vuelve en 15 días, volverá a suceder. Contamos con el apoyo del Gobierno Nacional para empezar a diseñar planes de vivienda y reubicar a las familias que están en zonas de riesgo", dijo.
Una política que ha funcionado
De acuerdo con Ómar Darío Cardona, profesor de la Universidad Nacional, desde hace años se está trabajando en una norma geotécnica para los movimientos de tierra en Manizales. "En la ciudad se hacen lotes para construir las viviendas. Debe hacerse de una manera apropiada que no derive en inestabilidad en las laderas, a veces los deslizamientos ocurren por hacer estos lotes".
Según Cardona el proceso de recuperación y reconstrucción tiene que ser pensando esa norma geotécnica, incluso teniendo en cuenta que pueden venir lluvias más intensas.
Con respecto a las obras de estabilidad que se han construido desde los años 70 hasta hoy, el profesor recalca que ya muchas han cumplido su vida útil, y fueron diseñadas para exigencias de lluvias mucho menores.
"Ahora que tenemos estaciones hidrometeorológicas y mejor información, hay que revisar los diseños de las obras, ninguna fallo, pero todas fueron excedidas en sus límites para lo cual fueron diseñadas. Hay que pensar que quizá hay que hacer obras que van a salir más costosas. Es un debate que se tiene que dar en la ciudad. Corpocaldas juega un papel fundamental. Es un proceso de recuperación y reconstrucción, el trabajo debe ser técnico y científico", dijo.
Para el experto, estas son realidades con las cuales se tiene que enfrentar la ciudad y hacer un análisis de costo beneficio y de cuánto debe invertir para reducir la posibilidad de desastre, "es decir, aumentar el nivel de seguridad y reducir el riesgo. Hay sitios que no han sido tratados todavía y que se deben tratar, que se consideraban no tan susceptibles, pero que ahora se están volviendo susceptibles, implica más obras", agregó.
El profesor de la Universidad Nacional, Gonzalo Duque Escobar destaca que en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Manizales se deben contemplar los instrumentos normativos suficientes para restarle la presión antrópica (del ser humano) a las frágiles laderas, que son las zonas de protección de la ciudad.
"Es necesario replantear el alcance y la cobertura de los estudios geotécnicos y de los factores de seguridad para ajustarlos a los nuevos periodos de retorno de las amenazas climáticas, agravadas con el calentamiento global".
El papel de Corpocaldas
Para el exalcalde de Manizales Germán Cardona hay una situación de riesgo constante. "La ciudad tiene que cuidar su plan de desarrollo y su Plan de Ordenamiento Territorial. Debemos apoyarnos mucho en la labor de Corpocaldas, fortalecer más la entidad. Indudablemente estamos ubicados en una ladera y esas laderas hay que cuidarlas permanentemente, esto es un aviso más que nos da la naturaleza que tenemos que ser muy cuidadosos con el desarrollo de la ciudad. En lo personal me da mucha tristeza que el programa de reforestación de laderas se haya descartado, eso hubiera servido mucho".
El exalcalde Néstor Eugenio Ramírez también recalcó el fortalecimiento que debe tener Corpocaldas. "Hay que tener en cuenta que vamos a estar expuestos a riesgos, por eso es importante la planeación".
Costo social
Pero no solo el factor económico juega un papel importante. Está el tema de reubicación de vivienda que en algunas zonas de la ciudad se puede volver prioritario por el nivel de riesgo, y donde se pueden derivar problemas de arraigo.
"Es mucho más social que técnico o científico. Es un tema difícil y darle soluciones a las personas es complejo. Esto está en el POT, pero es un reto porque cuesta mucho dinero y no solo la ciudad sino el Gobierno Nacional debe aportar porque se sale de las capacidades locales. Hay que involucrar a la población en esa toma de decisiones, es un problema de información y educación publica, en que el ciudadano reconozca el riesgo de que no debe vivir ahí, pero si no lo entiende es muy difícil llevarlo acabo", planteó el profesor Cardona.
El exalcalde Ramírez también resaltó que debe haber un proceso de educación y desarrollo más que de ingeniería. "Se tiene que hacer un ambicioso plan de vivienda y hay que insistir en el tema del repoblamiento en la zona de San José, ahí hay una gran oportunidad
en utilizar estos terrenos para generar nuevos asentamientos. Hay que mirar de una manera más interesante la recuperación del centro de la ciudad, hay zonas que se pueden convertir en viviendas para muchas personas y así abandonar las de riesgo. La planeación se tiene que hacer todos los días, es un trabajo continuo".
Expansión
Manizales ha sido una ciudad ambiciosa y ha ido agotando el espacio donde se puede construir, según los expertos. Dentro de las zonas de expansión que se han venido hablando por varios años está la del Rosario, y otras más cercanas a la ciudad como La Aurora. "Esa planificación y desarrollo tiene que estar muy bien pensada para no ir a disparar los mismos problemas de deslizamientos al hacer los lotes para construir. Esto implica una manera especial de hacerlo por como es la ciudad y sus características. Lo otro es la construcción de edificios altos, pero es un esfuerzo enorme de ingeniería. Ese proceso va a tomar muchos años", señaló el profesor Ómar Darío Cardona.
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