Seis gais de Manizales ahora en sus cédulas llevan nombre de mujer (VIDEO)

LA PATRIA | MANIZALES

Cristian Camilo González Toro, de 20 años, en la tarde de ayer terminó con lo único masculino que le quedaba, su nombre, y eso lo tiene, según él, "brincando en una pata". Se recogió su cabello con un trenza, se sacó copete y vestido de yin y blusa roja de tiras se dirigió a la Registraduría Especial de Manizales para empezar un nuevo capítulo de su vida como Camila González Toro.

A Camila también la acompañaron otras cinco integrantes de la comunidad LGTBI de la ciudad que cambiaron su identidad por nombres femeninos, convirtiéndose en las primeras en realizar el proceso en la ciudad.

Entre ellas estaba Laura Daniela Ospina Cuervo, quien expresó que quiso cambiarse el nombre porque se sentía incómoda cuando la llamaban por su nombre de pila. Agregó que desde los 13 años decidió llamarse así. "Una amiga del trabajo me puso Daniela y yo Laura, y así quedé".

Mientras esperaba con sus compañeras el turno, González Toro dijo que no sabía cómo transmitir la felicidad que sentía. Añadió que cursa undécimo grado en la Institución Educativa Integrado de Villa Pilar y quiere ingresar rápido a clases para estrenar su uniforme de mujer, que le regaló una abogada transexual que les ayudó en el proceso.

"Quiero mostrarles a todos que ese uniforme que voy a usar de chica ya me lo puedo poner con mucho orgullo. Hasta ahorita que salimos a vacaciones me aguanté el de hombre, era súper maluco, estuve un tiempo usando cabello corto, me lo empecé a dejar crecer y a tener tendencias femeninas".

Cuando estaba en sexto no fue fácil que sus compañeros la aceptaran, pero ahora ya no la discriminan, algo que definió como bueno. González Toro también sintió ese rechazo de su familia, pero con el paso del tiempo aceptó su condición sexual, aunque aclaró que con su hermano no tiene una buena relación.

"Aprendí a ganarme el respeto. Fue un tiempo en que les dije soy así y así me quedaré. Quiero evolucionar, ser única, auténtica, exaltarme por mi identidad sexual que siempre he llevado con dignidad y orgullo", expresó.

En casas de familia

Camila se describió como una persona arrolladora, porque no le da pena decir nada, vive con su mamá y desde hace tiempo quería cambiarse el nombre, pero no tenía la plata para hacerlo. Trabaja en casas de familia y con lo que se gana se costea sus estudios.

"Fui a trabajar con una persona, le gustó mi trabajo y me recomendó con otras y me empezaron a llamar. No importa que se me dañen las uñas, yo voy a ganarme mi plata para ayudar a mi mamá", dijo.

Al preguntarle qué hará cuándo le entreguen su nueva cédula, respondió: "Lo primero es mostrarla en mi colegio ante todos y decirles que mi nombre es Camila".

Envió un mensaje a quienes pasan por su situación y que aún no se atreven a mostrarse como son: "aprendan a quererse como son, sin peros. Busquen una persona que les ayude porque si soñamos, si queremos salir adelante y si hay dedicación y compromiso, todo se puede en la vida".

Acompañamiento

Luz Estella Medellín, directora de la Oficina de la Mujer de la Alcaldía de Manizales, expresó que ellas son las primeras en la ciudad en hacer este proceso, el cual se logró con algunas mujeres de la Calle de las Guapas y con otras pertenecientes a otros puntos de la ciudad.

"Seis se cambiaron el nombre. Empezamos a hacer formulación de lineamientos de política pública y en la mesa se dio la idea con las muchachas que lo necesitaban, porque se les ha vulnerado sus derechos, y ellas se sienten maltratadas y discriminadas", afirmó.

Agregó que la Alcaldía les ha acompañado desde que comenzaron el proceso en noviembre del año pasado. "El grupo lo definimos en enero. Inicialmente fueron 15 las que se inscribieron, pero terminaron seis. La Alcaldía asumió el costo. $160 mil por cada una", aseguró.