Salud Total tardó un año para escucharla

LA PATRIA | MANIZALES

La enfermera Luz Marina Castro, de 56 años, pasó de trabajar en distintos centros de salud del Eje Cafetero a requerir cuidado. Ahora padece, como dice ella, “la atención negligente de Salud Total EPS”, entidad a la que está adscrita hace ocho años.

En 1996 sufrió el síndrome de Guillain-Barré. En esa oportunidad estuvo paralizada ocho meses, pasó cuatro años en silla de ruedas y, tras un largo proceso de rehabilitación, logró reincorporarse a la vida laboral.

Hace 12 meses empezó de nuevo su martirio. Para marzo del 2014 volvió a sentirse mal, asevera que no goza de buena atención, que se le han vulnerado sus derechos y que tiene pendientes dos resonancias en su columna. No da crédito a lo que pasa: “No entiendo cómo trabajan. Esto no es Salud Total, es salud fatal”, manifestó.

Para mediar en el proceso, la paciente pidió hablar con la gerente de Salud Total EPS, pero no fue atendida hasta ayer que se quejó en este medio.

LA PATRIA consultó ayer a las 2:53 p.m. a la EPS en Bogotá. Olga Cano, jefe de la oficina de comunicaciones de la entidad, señala que ningún gerente en el país responde ante las quejas de los usuarios. Recalcó que Mónica Fuentes, la gerente en Caldas, no es la excepción.

No obstante, al cierre de esta edición, a las 5:19 p.m., contradijo la versión de Luz Marina sobre el estado de las resonancias: “Ya las tiene aprobadas, pero ella no ha reclamado una. Ya tenía la primera y por la segunda aprobación no ha ido. La gerente ya habló con ella y se van a reunir mañana (hoy) para el desembolso de unos dineros que reclama la paciente por un traslado a Bogotá”, concluyó.

Su historia

Luz Marina hace un año pasó por exámenes, hospitalizaciones y fue remitida a un neurólogo en Bogotá. Luego de un mes, le indicaron que padecía mielitis aguda (inflamación de la médula espinal) y que debía ser atendida en Manizales con controles neurológicos y fisioterapia.

De regreso a la ciudad, la neuróloga local determinó que su caso debía ser evaluado por una junta médica por la que aguardó más de tres meses. ¿La razón?... la EPS no tenía contrato y no podía adjudicar la revisión del caso.

En su lucha, acudió a la Superintendencia de Salud y el ente respondió que en cinco días hábiles Salud Total debía darle una respuesta positiva. Como no le contestó acudió de nuevo a la Súper y sí obtuvo respuesta de la EPS.

Salud Total determinó que la paciente, la cual ya se encontraba en caminador y con incontinencia urinaria y fecal, sería tratada en Bogotá. Pusieron a su orden tiquetes vía terrestre sin valorar el estado en el que se encontraba. Luz Marina pagó el viaje en avión.

A su retorno, en otra junta médica, se determinó que a la paciente se le debía efectuar una resonancia de columna lumbar simple y contrastada y otra de plexo lumbar simple y contrastada. Ya con las autorizaciones pidió cita para los procedimientos, pero le dijeron que las órdenes estaban mal hechas. “Hace dos semanas, cuando fui a solicitarlas de nuevo, me atendieron de una forma arbitraria. Respondieron que me las hiciera en días diferentes, lo que es un riesgo para mí porque los medios de contraste pueden afectar los riñones”, apuntó.

Ni con tutela

Según el esposo de la paciente, Germán Velásquez, Salud Total no responde ni con tutela. Interpusieron una tutela para que les reembolsaran el dinero gastado en los pasajes de avión a Bogotá y la entidad apeló. Luego de este recurso, un juez volvió a fallar a favor de los demandantes y ni así les han gestionado el pago. Velásquez dice que ahora interpondrá un incidente de desacato.

Compromiso urológico

El urólogo José Fernando Rendón menciona que los medios de contraste utilizados en las resonancias por lo regular no revierten ningún problema para los pacientes, sin embargo, aclara que la toxicidad que generan los medios de contraste sí pueden afectar los riñones si se tienen alteraciones renales de base, de lo contrario no. “A veces se teme por las reacciones alérgicas, pero nada más”.