Equipo de salud
LA PATRIA | Manizales
Para Clara Inés Henao llevar a Isabela Martínez, su hija, a controles médicos generales cada fin de año es costumbre. Las visitas a distintos especialistas representan un compromiso con la vida de ella y así lo hace desde sus primeros años.
La mamá la llevaba a controles de todos sus sistemas y gracias a la atención que recibió a tiempo fue posible la detección de un problema visual que intentan corregir. Usa gafas y esto le permite ver mejor: “Esas revisiones son muy buenas para evitar que las pequeñas enfermedades se agraven. Desde que estaba en los primeros grados se le detectó un problema en los ojos”, dijo Clara Inés.
Pero no fue lo único para lo que sirvieron las citas. El odontólogo le sugirió una cirugía para su frenillo sublingual, con el fin de mejorar la movilidad de su lengua, más un tratamiento de ortodoncia. Hoy ella goza de una excelente salud oral.
A control
Según la médica Mónica Giraldo Mejía lo ideal sería que los niños tuvieran un control periódico desde que nacen, con el objetivo de evaluar cada etapa de desarrollo, detectar enfermedades y conocer cómo está su salud en general.
La experta recomienda que durante el primer año de vida tenga un control mensual. A los 2 años, sugiere que este podría ser cada dos o tres meses y desde los 3 cada seis meses. Después de los 5, Giraldo Mejía recomienda que el control médico se efectúe cada año.
"Debemos evaluar talla y peso, valores de requerimiento nutricional, revisar el esquema de vacunación y los refuerzos, valorar el desarrollo del aprendizaje y no puede faltar el chequeo oftalmológico".
Advierte que también es necesario incentivar el ejercicio y los hábitos de vida saludable.
En sus ojos
“Lo ideal es que todo niño, a partir de los tres años, cuando ya tiene algo de lenguaje y colabora con el examen, pase por una revisión de sus ojos”, dijo Juan Germán Osorio, oftalmólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, sede Medellín.
El profesional, hoy adscrito al Instituto Oftalmológico de Caldas, advierte que algunos padres de familia en la actualidad llevan a sus hijos a exámenes por requerimiento de los colegios, que por conciencia propia, lo que, para él, es una falla en la prevención de patologías.
“Los niños, en el aspecto visual no se quejan regularmente y lo que esté mal pasa desapercibido. Al final, algunas enfermedades visuales pueden traer problemas como el bajo rendimiento escolar y secuelas para la vida”, señaló.
A nivel visual hizo un llamado de atención: “Hasta los ocho años hay problemas de visión que son fácilmente tratables. Después no hay mucho por hacer. El 'ojo perezoso' o ambliopía es una anomalía fácil de detectar, pero hay otras como la hipermetropía, miopía, astigmatismo, que no son descubiertas fuera de un consultorio”, apuntó Osorio.
“Se debe tener mucho cuidado, porque en los ojos se pueden reflejar otro tipo de enfermedades. Patologías articulares, osteoarticulares, etc. Esté atento si un hijo presenta procesos inflamatorios y resequedad, eso podría ser signo de algo más grave”, concluyó.
El cepillado, proceso importante
Dentro del plan saludable en vacaciones, el odontólogo es el encargado de asegurar que no solo los dientes estén en orden sino evitar enfermedades como la caries, paladar hendido, fluorosis y gingivitis, patologías muy comunes en niños de 0 a 8 años.
Valentina Gómez Alba, odontóloga de la Universidad Autónoma de Manizales, y quien trabaja con infantes hace dos años, asegura que entre más rápido los papás lleven a los pequeños a un odontólogo, más familiarizados estarán y perderán el temor que genera esta consulta.
"Después de los dos años, es aconsejable que los niños visiten cada seis meses o cada año al doctor. Es muy común encontrar en estos pacientes la denominada caries de biberón, la cual consiste en que los papás no retiran el tetero cuando el bebé se queda dormido y la lactosa empieza a destruir el diente", señala la experta, quien añade que lo aconsejable es retirar el tetero apenas terminen de tomárselo y enjuagarles la boca con agua.
También comenta que los papás se pueden dar cuenta de la presencia de caries cuando ven en los dientes manchas o puntos cafés, negros o blancos. "Otra enfermedad particular en ellos es la gingivitis o inflamación de las encías. Estas son normalmente de tonalidad rosada, pero la falta de cepillado y seda dental provoca enrojecimiento y sangrado", concluyó.
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